Tus palabras me hacen daño preciosa mía a tal punto de llorar,
¡ Oh cuánta verdad en cada sílaba!,
voy a intoxicarme con cajas y cajas de vitamina c
y voy a cortar mis venas con un cuchillo de plástico.

Hoy desperté fatal, me quedé meditabundo,
y por un instante creí desfallecer,
me faltaba el aire y hasta me dio una taquicardia,
por suerte mi vecino es veterinario y me brindó
primeros auxilios.

Aproveché de ponerme la antirrábica
y un chip de rastreo por si un día me secuestran,
¿sabes? tengo un miedo atroz a que me suban en una camioneta, me venden los ojos y me lleven donde el viejo del saco y que él se entere de que no me comía toda la comida del plato y que no hacía mis tareas, tengo un trauma con eso desde que tengo uso de razón.

Ahora que lo pienso ¿quién pagaría por mi secuestro?, ¿alguien se arriesgaría a soportarme voluntariamente?, tú y yo sabemos que no, especialmente tú, porque tienes esa capacidad de ver a través de mi alma, esa inteligencia natural y esa valentía para decir la verdad y cambiar el mundo, si hubieran más personas como tú no habrían más guerras y no existirían seres despreciables como yo, te invito a que cierres los ojos y te imagines esa remota, pero plausible realidad...¿verdad que es hermoso?, mira como cantan los pajaritos sobre las ramas, mira como el astro rey nos saluda desde lo alto agitando sus rayos, lástima que aquí solo hayan fríos edificios y concreto.