estaba cansando de todo, pero aún quería mas... me puse a recordar, cuando sobre mi mesa de trabajo estaba un manuescrito con fecha de hace mas de quince años... cogí el manuescrito y vi que eran míos... me puse a hojearlo por mas de una hora... me encantaron... titulaba el diario de un soñador... no podía creer que lo hubiese hecho... pues ahora casi he dejado de escribir y leer por el laburo, por una estabilidad que jamás encontraré... tan solo problemas y mas problemas... me hubiera encantado ser un escritor de tiempo completo, pero, suele suceder que encontramos nuestro talento bastante lejos de nuestra realidad... hay pocos que cargamos esa suerte, por ello es que escribo tarde de noche y casi no corrijo... pero me encanta hacerlo... es como chorrear un pedazo de mi alma a la web o a una hoja en blanco... es hermoso... y pensar que tengo mas de sesenta años... y pensar que debo tanto dinero al mundo de cristal... y casi no puedo dormir por el temor a perderlo todo... y siento que lo perderé de todas formas, pues, esta vida es así... nos iremos sin decir adios a nadie... vendrá la noche y no despertaremos mas...
tengo ganas de mujer, pero, si no hay amor, es como amar sin amar... es tirarse al vacío y llenarnos de desolación... pero, este amor que late en mi ser, salta como un niño cuando escribo o hablo de él... vendrá la noche sin nombre y estaré como un niño, sonriendo y con la mente llena de preguntas...