Yo sé que la vida no es y nunca ha sido fácil,
lo sé, siempre lo he tenido presente,
No existe la fórmula de la felicidad,
no existe el amor
No existen los unicornios
No existe nada
Y es ese por desgracia mi único consuelo.
¿entonces por qué derramar siquiera una lágrima si no soy capaz de huir a mi propia naturaleza?
Texto agregado el 01-06-2015, y leído por 80
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