Pies descalzos sobre el fuego
Puñal sobre mi nuca
Arena en ojos que no lloran
Alguna vez escuchaste el crujido de mi piel
cayéndose a pedazos
Alguna vez fuiste verdugo de tí misma
Alguna vez amaste este muerto conciente
Siento los intestinos amarrados al cuello
Los genitales sordos a otras voces
Las manos, mutiladas en cualquier calle de nuestro barrio
Tiradas al sol, tendidas como náufragos de un poema
Hoy decido llenarte de adioses
Reencontrarme contigo en patios obligados
Arrancarme los ojos para no mirarte
Sacrificar algunas neuronas para no pensarte
- el corazón es sólo un motor que bombea -
Susurraré a tu oído que me faltas
Que pronto escupiré las mariposas
Y los sapos sin beso y las espinas.
Es de noche y la noche me grita que eres légamo
Escurriéndose entre mis dedos
Mientras llegas
Mientras parto.
Texto agregado el 01-06-2015, y leído por 189
visitantes. (4 votos)
Lectores Opinan
19-06-2015
nostálgicamente atrapante!!!! fabiandemaza
12-06-2015
Un poema con mucha fuerza, con imágenes muy visuales y un ritmo que martillea el mensaje hasta que nos lo deja grabado, me encanta. m_a_g_d_a2000
09-06-2015
La profundidad de una tristeza plasmada con mucha fuerza en las palabras, mis ***** mitsy
01-06-2015
He quedado totalmente atrapada, en cada uno de los versos de este poema. Felicitaciones, 5* jdp
01-06-2015
Delirantemente desolador. Cinco aullidos yar
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