Han sido días arduos
sin el manto de la palabra
hecha luz, mirra, canto,
sin la gloria del beso hurtado
bajo el puente que adorna la mañana
en la tibieza de tus palmas.
Oh, amor, voy a la orilla del invierno
que yace como corazón hendido
entre la oquedad, el miedo y el hastío.
De norte a sur forjo cadenas
mientras llega la calma paz del rayo.
Texto agregado el 30-05-2015, y leído por 150
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Lectores Opinan
08-09-2018
Hermoso poema, lleno de musicalidad.
Veo que hace ya bastante tiempo que no publicas en tu espacio. Ojalá lo hagas. Es la primera vez que te leo. Saludos. maparo55
30-05-2015
lo leí en voz alta y noté cierta rima interna.
Muy bueno SoortesTanu