A MANERA DE PRÓLOGO
"Alfonso Reyes creó entre nosotros el precedente de las notas sobre su propio libro. Cargue él, sabio y bueno, con la responsabilidad de las que siguen. Es justa y útil la novedad...Una cauda de notas finales no da énfasis a un escrito, sea verso o prosa. Ayudar al lector no es protegerlo. Sería cuanto más saltarle al paso, como el duende, y acompañarlo unos trechos de camino, desapareciendo enseguida...
Gabriela Mistral"
Hace algunos años escuchando en un concierto sinfónico la hermosa composición musical “Imagine”, compuesta por el sin igual John Lennon, reflexionaba, ¿si era posible de llevar algunas incomparables piezas musicales contemporáneas a conciertos sinfónicos?, obviamente con todos los requisitos, llámense instrumentos, de la puesta en escena de la eterna música clásica.
En ese entonces mi inquietud en el arte del verso pasaba preferentemente por el verso libre y estando impactado por tan bella interpretación, me preguntaba si sería factible también llevar la poesía libre por el sendero de la poesía clásica, con obviamente un lenguaje absolutamente actual y moderno y más aún recuperando algunos ritmos griegos o greco latinos para ser incluidos en ella, sin ningún arcaísmo o palabras en desuso como en ese momento me tocaba leer a quienes incursionaban preferentemente en el soneto clásico.
Al estudiar la melodía presente en el soneto clásico, pude percatarme de la dificultad extrema de poder dejar totalmente los catorce versos en un mismo ritmo, como es el caso de la poesía griega. Al momento de analizar todos los estilos de esta bella composición, me di cuenta que al ser tan difícil este empeño, los compositores en este bello estilo lo hacían y de hecho lo siguen haciendo con un ritmo de acentos que no corre a través de todo el texto y la consideración a efectuar es que se mantenga ese ritmo de una manera preferente y no tomando en cuenta los acentos impuros, al decir de mi buen amigo el poeta y tenaz investigador almeriense Antonio García Vargas”.
En esto último, como matemático que soy siempre consideré que se debía mantener al menos siete de los catorce versos que componen el soneto, es decir como una interpretación de manera estadística de este hecho y que en muy pocas ocasiones he podido observar en algún poeta que lo haya considerado de esta mi manera de construirlo. Siguiendo esa moda y motivado por las consideraciones que he escrito al principio de este escrito, es que empecé a incursionar en el arte de la construcción del soneto y como resultado de ello estuvo mi libro “Sonetos Peregrinantes. En carruaje entre el Alfa y el Omega”. Ed. Oficio, Monterrey México. 2009.
La verdad es que no quedé satisfecho del todo con el mismo, ya que siempre tuve la idea de mantener el ritmo en todo el poema. Es así que al continuar con dicha consideración pude finalmente alcanzar mi objetivo, elaborar y tratar de conseguir lo que me propuse a través de él, modificando su esquema al hacer correr el ritmo de acentos por los catorce versos del poema, pero para ello tuve que elegir una de las tantas formas en que este tipo de poema se puede elaborar, a saber el “Soneto Melódico”, y lo elegí fundamentalmente por la musicalidad presente en este tipo de poema; más adelante intentaré incursionar en algunas de sus distintas variaciones y con otro ritmo greco-latino. El ritmo considerado, es el de tener las palabras acentuadas (átonas o tónicas) en las sílabas tercera, sexta y décima en cada uno de los versos endecasílabos (once sílabas métricas), que lo conforman y como dice Antonio García, no debiera tener acentos impuros que se inmiscuyan al interior de los versos, pero que en nuestro español pueden ser aceptados por lo extraordinariamente difícil de lograr en los catorce versos.
Profundizando en este orden de ideas, me parece interesante rescatar lo que García Vargas me ha comentado públicamente al respecto y dejando de lado, lo que me ha hecho saber referente a sus investigaciones y que según sus propias palabras en algún momento del futuro próximo publicará.
Referente a lo anterior, él dice así:
“La verdad es que, desgraciadamente, hay que buscar con lupa poetas que sepan distinguir acentos puros de acentos impuros. El mismo Darío, que incursionó sin mucha fortuna en los pies griegos, cuando intentaba imitarlos apenas lo conseguía pues plagaba sus versos de acentos impuros y, lo que es peor, no logró distinguir las diferencias entre el Sistema Cuantitativo griego y latino y el Sistema Cualitativo de las lenguas romances y anglosajonas.
Es por ello que en su deseo de hacer hexámetros llegó a hacer verdaderas barbaridades que hicieron bastante daño a sus fieles seguidores. Incluso, en los ensayos y traducciones de poesía clásica griega, todavía los presuntos expertos se basan en la métrica grecorromana, que es antagónica a la nuestra.
También intuyó que los pies métricos eran posibles en nuestra lengua. Lo intentó con los dáctilos y metió la pata a base de bien. Con los anapestos (los que más usó, en forma de alejandrinos) le fue un poco mejor pero jamás consiguió eliminar las impurezas, como se puede apreciar en "La princesa está triste" y otros, cosa rara en un genio como él, que tanto aportó a la poesía pero en la traslación de los clásicos no pudo.
Darío dejó una huella indeleble en la poesía en lengua española y esa es una deuda que tenemos con él para siempre. Hoy todo es más fácil, la información está más a mano, se puede consultar, comparar fórmulas, constatar aciertos y errores, intuir caminos a base de equivocaciones. Vivimos en un módulo temporal maravilloso si se sabe mirar en él lo positivo. Antes sólo cabía la intuición y en este asunto, en concreto, al no haber precedentes todo era más difícil. Es una triste desgracia para nuestra poesía pero no hemos tenido ni tenemos auténticos poetas ni investigadores completos, métricamente hablando, en toda nuestra historia. Y todo viene dado por la confusión existente a la hora de diferenciar o entender las distintas fórmulas métricas.”
Fue basándome en sus apreciados comentarios, pues a Antonio García Vargas, lo considero mi Maestro en la Poesía, como concebí, “El poeta y su oficio”, a diferencia de, por ejemplo: “Un nuevo rumbo”, donde sí se inmiscuyen estos acentos impuros, que el lector interesado en este orden de cosas, al interiorizarse en su arquitectura, podrá apreciar sin dificultad. En los poemas que he escrito y que ahora he tratado de mantener el ritmo a través de todos ellos (tercera, sexta y décima sílaba, o en términos más técnicos, que los dos primeros pies sean anapestos más una sílaba y con un tercer y último pie también en anapesto más una sílaba final). La verdad es que en relación a lo considerablemente difícil que es el de evitar los acentos impuros, sólo lo conseguí en algunos de los poemas, pero me siento bastante complacido con lo efectuado.
Ahora, todo lo dicho anteriormente pasa por ser consideraciones de orden sintácticas y que junto a las semánticas en las cuales no me manifiesto, considerando eso sí que el aporte de la belleza de la estructura junto a la riqueza de su contenido le deben dar el pase a un texto poético, para ser realmente un poema y espero que el buen lector que pase por mis escritos pueda determinar que sí he conseguido un buen lenguaje poético, el que captura mis ideas poéticas expuestas a través de este libro y, sólo el tiempo dirá si he logrado que esta obra trascienda como un poemario que permita a otros poetas continuar la ruta que he seguido, haciendo ver y de ello estoy convencido, que para conseguir un estilo literario propio hay que necesariamente practicar con todos los ritmos que puedan presentarse en un poema, es decir, el propio (el que se conoce por el sonido de los tacos al caminar), el numérico, el de rima, el de acentos y a lo menos conocer el ritmo de consonantes, que tan bien estudiaron y analizaron los estructuralistas franceses en la primera mitad del s. XX, en sus investigaciones, Puis Servien, Matila Gyka y Paul Valery.
Finalmente dejo también la intromisión, en este libro, de un soneto alejandrino, sólo por una razón sentimental y al mismo tiempo por considerarlo pieza importante en el contenido total de esta pequeña obra, “SOBREVIVIENDO. Sonetos Peregrinantes”.
La presentación del libro que hace el poeta mexicano Manuel Leyva M. y el prólogo del mismo por parte del poeta colombiano Joseph Berolo, pueden leerse en la página: http://lionelhenriquezb.blogspot.com
Y,
Los textos incluidos en el libro se pueden leer o releer en esta misma página y corresponden a los siguientes:
Mujer: http://www.loscuentos.net/cuentos/link/548/548414/
Amor eterno: http://www.loscuentos.net/cuentos/link/548/548710/
Alianza trascendente: http://www.loscuentos.net/cuentos/link/549/549051/
La magia del amor: http://www.loscuentos.net/cuentos/link/549/549096/
Recuerdos: http://www.loscuentos.net/cuentos/link/549/549148/
La vida para más de alguno tiene sorpresas: http://www.loscuentos.net/cuentos/link/549/549196/
Caminando unas leyes herméticas: http://www.loscuentos.net/cuentos/link/549/549205/
La certeza en una tribulación: http://www.loscuentos.net/cuentos/link/549/549377/
Reencuentro: http://www.loscuentos.net/cuentos/link/549/549424/
Unión divina: http://www.loscuentos.net/cuentos/link/549/549465/
Reinicio: http://www.loscuentos.net/cuentos/link/549/549480/
Un sueño trascendente: http://www.loscuentos.net/cuentos/link/549/549501/
Revelación: http://www.loscuentos.net/cuentos/link/549/549564/
Reinventándose: http://www.loscuentos.net/cuentos/link/549/549640/
Metacognición: http://www.loscuentos.net/cuentos/link/549/549674/
Hálito: http://www.loscuentos.net/cuentos/link/549/549784/
Certeza: http://www.loscuentos.net/cuentos/link/549/549828/
Para un futuro en el amor: http://www.loscuentos.net/cuentos/link/550/550039/
Dualidad: http://www.loscuentos.net/cuentos/link/550/550262/
Viaje al mundo interno: http://www.loscuentos.net/cuentos/link/550/550368/
El poeta y su oficio: http://www.loscuentos.net/cuentos/link/550/550197/
Lámpara poética: http://www.loscuentos.net/cuentos/link/550/550245/
La enseñanza: http://www.loscuentos.net/cuentos/link/550/550446/
En una alianza para la eternidad: http://www.loscuentos.net/cuentos/link/549/549919/
Peregrino: http://www.loscuentos.net/cuentos/link/550/550565/
Liberación: http://www.loscuentos.net/cuentos/link/550/550877/
Amores eternos: http://www.loscuentos.net/cuentos/link/551/551091/
Oración para los niños selectos que gobernarán en nuestro mañana: http://www.loscuentos.net/cuentos/link/551/551205/
Arquitectura del ser. Una sugerencia de estilo Jungueano:
http://www.loscuentos.net/cuentos/link/551/551255/
Un nuevo rumbo: http://www.loscuentos.net/cuentos/link/551/551217/
Lionel Henríquez Barrientos
R.P.I. cl: 250440
Nota: El libro lo publicará en Octubre de 2015 la Editorial colombiana "Ave Viajera".
Chillán, Mayo 27 de 2015 |