Me dijiste que había cambiado
, pero resulta que nunca llegaste a conocerme,
de otro modo nunca hubieras volteado siquiera a saludarme
por tu propio bien.
Me dijiste que el brillo en mis ojos era perturbador,
como una noche en un callejón repleto de maleantes,
me limité a sonreír, porque desde que tengo uso de razón soy un ser sin luz que vaga en las entrañas de la desgracia.
Tengo claro mi futuro
nadie vendrá a salvarme
y yo tampoco quiero ser salvado,
no preciso de tu lástima o condescendencia,
hay heridas que nunca cierran y la carne se corroe
y cae a pedazos.
Texto agregado el 26-05-2015, y leído por 200
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Lectores Opinan
26-05-2015
Y con el alma llena de cicatrices se sigue avanzando . autumn_cedar
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