¡Halo Señor Sol!...
Mientras esperaba el microbus, note cierta inquietud en la gente, cuchicheos cuando algunas personas señalaban al cielo, las más ágiles inmediatamente enfocaban sus celulares para captar tan espectacular momento…
No puse mucho interés en ello, subí al transporte; lo único que deseaba era llegar a tiempo para marcar la tarjeta y comer con mi “valedora”…
Inmediatamente un hombre de aspecto agradable,
-digamos, interesante- me cedía un lugar, deslizándose al lado de la ventanilla, agradecida me senté e inmediato abrí mi libro en turno…
avance algunas páginas, empero, los comentarios de mis vecinas cercanas distrajeron mi lectura…
-¿mamá por que el sol tiene un ula ula? Ella solo le sonrío…
Una mujer se persignaba murmurando
–¡tengo un presentimiento de algo fatal! Seguro era un suplicio a Dios o sería a los hermanos Martínez Gil…
Dos chavos veían con sumo interés sus celulares…
-¡ya viste güey!... ¡ésta si está pasable!…
no les puedo decir que era lo “pasable”… solo sé que ése par de chamacos sonreían con cierta picardía…
Haciendo una mueca risueña, retome la lectura, mientras el caballero que a mi lado estaba, le note también una mueca similar a la mía, y con voz amable comentó…
-dicen que ése fenómeno solar se presenta cada 23 años…
inexperta en el tema solo le respondí…
-¿será? Pues que bello halo de protección para el señor Sol…
Acto seguido; cruce de miradas interesantes…
y continué con mi lectura…
Él hizo un movimiento para prepararse a bajar, tomo su portafolio y de su bolso interior del saco deslizo algo así como una tarjeta…
yo, a la expectativa, para levantarme en el momento preciso…
al pasar la calle de Obrero Mundial, nuevamente con amabilidad me preguntó…
-señorita, tiene usted amores pendientes, si es así, me permite estar entre sus pendientes…
extendió su mano, me entrego su tarjeta personal, con un roce discreto en mi mano, se levanto, me hice de lado y se bajo en el eje 4 Xola…
-¡Ajale!- Me dije sorprendida…
Cerré mi libro y leí palabra por palabra el título
-¡Virgencita-de-mi-corazón!- (¡¿Qué fue esto?!)
¿Halo solar de premonición?
¿Halo, ula ula?
¿Halo, presentimiento fatal?
¿Halo, de 23 años, pendientes?
¡Zacarrájatelas! mientras la ciudad se lucía con ése fenómeno producido por la refracción de la luz del Sol en cristales de hielo que hay en la troposfera de la Tierra…
yo bajaba del microbus con mi propio halo de interrogación y una sonrisa, no quería respuesta alguna, miré al cielo y ahí estaban desvaneciéndose los cristales de hielo…
Así también se desvanecen algunos amores pendientes…
Obligado fue entonces acordarme de ti… "pendiente mío" Halo de mi recuerdo…
Nota: Quieren saber que decía la tarjeta del susodicho caballero;
-Fulano de Tal Menganito… Publicista…. (¡Reí y reí!)…
Pintora de letras © 21 de mayo 2015
|