Una mirada casi del otro mundo lo sorprendió mientras dormía en su habitación, se incorporo de aquella cama de una forma sorprendente, Pregunto con voz entrecortada ¿quién estaba detrás del mueble? La respuesta fue un silencio incomodo que le hizo estremecer del miedo, no se atrevía a prender la luz, no podía volver a acostarse pues estaba paralizado, solo un suspiro que se le escapo se escucho en aquella habitación, paso horas ahí esperando que quien fuera saliera de ahí atrás, cuando por fin se decidió acercarse vio como una sombra se escaba en medio de la oscuridad, solo ahí tuvo el valor de prender las luces pero ya no encontró a nadie, volvió exaltado a su cama donde quedo el resto de la noche sin poder conciliar sueño.
Estando ahí en su cama recordó que en su niñez muchas veces en las noches veía esa mirada que parecía salida del mismo infierno, viéndolo fijamente mientras estaba en su cama, él solía correr hasta la cama de su madre quien lograba tranquilizarlo, ella siempre lo acogía en sus brazos y lo colocaba a hacer una oración para espantar aquello que no venía de Dios, luego de eso lo llevaba hasta su cama donde siempre esperaba a que se durmiera. Al día siguiente realmente no recordaba si lo que le había sucedido era un sueño o de verdad lo había vivido.
En eso andaba cuando el primer rayo de sol se poso en su rostro, en ese momento se levanto y se dispuso a irse a su trabajo, paso todo el día pensando en lo ocurrido en la noche anterior.
Cuando se acabo su jornada laboral se dirigió al estacionamiento a buscar su carro, cuando de pronto frente a él estaba de nuevo esa mirada, ese… animal? Que mas podría ser, aunque no le hallo forma de ningún animal por lo menos de este mundo, quedo mirándolo fijamente, pero esta vez no le tuvo miedo, se dispuso a confirmar si era real o simplemente era su imaginación, cuando estaba a punto de llegar escucho el chillido de un auto que frenaba, por escasos centímetros no lo arrollo, luego de ello lo que lo miraba se desvaneció, ya camino a casa no lograba sacar a aquel animal de su cabeza, lamento no tener a su madre con vida sabía que si estuviera viva ella lograría alejarle ese endemoniado animal.
Su rutina en casa fue normal hasta que llego la hora de dormir, pensó no hacerlo por temor que se apareciera otra vez y lo atacara mientras dormía, aunque jamás se le había acercado, decidió salir a tomarse un trago para tranquilizarse, ya en el bar se encontró con un amigo le que le comento lo sucedido pero su amigo pensó que ya estaba ebrio, luego de ello se dirigió a la calle a tomar un taxi, que lo llevo hasta su casa, entro y se sentó a esperar que llegara esa noche estaba dispuesto a enfrentarlo estaba harto de estar asustado….
A la hora se apareció justo en frente, le grito
-¿Quién eres?
– ¿Qué quieres de mi?
-¿Porque me persigues?
A lo que respondió este ser – ¿quién soy?
Es extraño que no me reconozcas, pues tú y yo somos tan allegados que podría decirse que somos la misma persona, solo que tú eres lo que ven los demás, los ciegos, esos que se dejan llevar por las apariencias, y yo, yo soy lo que realmente eres por dentro,
-¿Qué quiero de ti? Nada en absoluto pero comprenderás que siendo uno solo no logro desligarme de ti,
Y no, no te persigo muchas veces he deseado dejar de existir, solo por no estar al lado de una persona tan vacía y vil como tú, mi sufrimiento a tu lado es enorme pero me toca aguantarte hasta el fin del fin, Desearía que ese fin llegara pronto.
Así que acuéstate y duerme tranquilo que no soy yo el monstruo en esta habitación.-