Ella me dejó muy triste, incluso se comió a un paco que era su amigo y juraba de wuata ser gay. He pensado seriamente en dejar de amarla, pero al volver a la casa un vació en las cosas, me obliga a sobarme el colón.
Cuando duermo sueño con algunos besos tuyos y algunos juegos tiernos, también con aquella voz impostada que ponía cuando te amaba como te amo, y como hablo en soledad en los rincones vacíos de los lugares donde no estás.

Mientras la tos me lleva las ganas de conocer a otras mujeres y las tardes se hacen noches, mientras la libertad me lleva por los nuevos caminos. Pienso en dejar de ser tan gato como ayer.

¡que tus imágenes desaparezcan de los libros de cuentos!
o que mi mano frene el intento desesperado de terminar tu boca en aquella pared extendida entre los cuadernos y los kilómetros.

Ahora cuando me dices que me extrañas mucho, me suena a una ironía o una adivinanza,
¿con que ojos me miras?,
a veces me pregunto quien te enseño la fantasmal técnica de penar en mi cama,
como apareces entre las sabanas, como frenas mis pesadillas con tu espalda, o me despiertas para darme agua, pero no estás.