Como espejismo, gravito en la luz.
Imagino el mundo como un edén,
donde germina la vida
y se tiñe
de luminosidad
las sonrisas del «hombre»
igual que un alcoiris que se desparrama
iluminando el atardecer,
flotando tendido en el cielo y,
la lluvia
que se abanica
en las sonrisas de las rosas,
las viste de lumbre enrojecida
como si sus virginidades
hubiesen sido desgarradas
por apocalípticos designios de la vida.
Belleza y luz,
se conjugan como sátiras en un lienzo
abierto,
ensayando
el nacimiento de un nuevo día
para El Hombre.
JOSE NICANOR DE LA ROSA.
Texto agregado el 18-05-2015, y leído por 545
visitantes. (10 votos)