Un día de lluvias suspensivas
con nubes de cien catedrales,
y un mago de pie y a oscuras.
Fuegos fatuos, sin ser contados,
tocan, en la puerta de la luna,
timbre con alas de mariposas.
Bajo de un signo interrogante
navega una fauna de suspiros.
Como concibiendo una alegría
se gotea lentamente la vida
en el susurro de una ilusión.
Ronda una revelación inquieta,
¿alguna vez lograste poder soñar
con libélulas de mil colores?
Texto agregado el 17-05-2015, y leído por 197
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