Al amarillo amanecer
le colgaron reflejos
y verdes terracota
contraste de cielo.
Allí sobre la huerta
las palomas se cruzan
volando día y noche
entre fiebre de amor.
Ronroneo de gatos
sobre el monte de caldén
mientras el polvo
en el viento surca cielos.
La canción de las aves
la locura del tiempo
en este amanecer.
Siguen horas de sueños
nostalgias que te apremian
a vivir otra era de paz,
y de emociones.
La noche se estiliza
coqueteando a la luna,
estrellas que reflejan
un cielo azul y plata.
Y vemos a lo lejos semillas
que se posan en surcos
que ya abiertos abrazan
mientras pasa la noche.
El dormitorio yace
sin frio ni calor,
esperando otro tono
más fulgurante
en otro amanecer.
Donde rían las flores
y la ilusión renazca
un coro emocionado
de voces en el viento
apura sus instrumentos
dándonos otra oportunidad.

MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI