UN BOMBERO ESPECIALIZADO

Desde pequeño había querido ser bombero, lo tuvo siempre muy claro, “Yo seré bombero” era la contestación que siempre daba ante la típica pregunta de ¿Qué quieres ser de mayor? Y aunque no era una respuesta muy diferente a la de otros muchos niños, en él era una verdadera obsesión, admiraba a los bomberos, los consideraba unos héroes y seguía con inusitado interés todas las noticias de la televisión sobre cualquiera de sus hazañas, le parecía increíble su participación tanto en la caída de un avión, en el derrumbe de un edificio o en cualquier de las muchas catástrofes que ocurrían y que habían participado, para él era un increíble estimulo el indudable peligro que conllevaba esa profesión y se entusiasmaba al ver la eficacia con que normalmente actuaban, en definitiva, él quería ser bombero y seria bombero.
Aunque la verdad es que cuando pensaba seriamente en ello, que era continuamente, conociendo a su familia, sabía que no lo tendría fácil y esperaba un no rotundo por parte de su padre cuando se lo planteara, pero era su vocación y tenía que intentarlo, por lo que no tardo mucho en abordarle para decirle lo que quería para su futuro.
Su padre, como suponía, se quedo en principio mudo, para poco después en sosegado tono decirle “Realmente no es ni mucho menos lo que habíamos pensado para ti, como sabes esta familia está llena de abogados, médicos, industriales y profesores, todas profesiones bien reconocidos por la sociedad y aunque pienso que también el gremio de los bomberos es estimado, nos hubiera gustado que hubieras seguido el camino de tus hermanos que estudian para ser ingenieros, no obstante, no sería justo que no te permitiéramos seguir tu vocación, si quieres ser bombero, se bombero, aunque te pido dos cosas, que acabes tus estudios hasta los dieciocho años y que cuando empieces a prepararte para bombero seas el mejor, que seas un bombero de “elite” y quiero decir con eso que logres las más altas especializaciones que se puedan conseguir en esa profesión”
Para él fue el espaldarazo definitivo que necesitaba, ya que nuca pensó que su padre tendría un comportamiento tan liberal, tan razonable y tan comprensivo, no le iba a defraudar, sería como su padre le había pedido el bombero más especializado y entusiasta, sería el mejor.
Acabado los estudios básicos, se planteo de inmediato cual era el mejor sitio para conseguir la formación más completa posible, llegando después de varios análisis y consultas en internet, que tendría que estudiar fuera del país, las mejoras y más reputadas escuelas de las que salían los mas celebres y especializados bomberos, estaban fuera, por lo que se le presentaba un nuevo problema, tenía que convencer a su padre para que le pagara una formación en el extranjero.
Tampoco fue difícil convencerle, a su padre le pareció bien, quería que fuera a la mejor escuela, harían un sacrificio y le pagarían los dos años que necesitaba para conseguir lo que ya familiarmente llamaban su master de bomberos “Papa” fue lo último que le dijo antes de irse “Cuando vuelva estarás orgulloso de mi con los títulos que pienso conseguir, no te vas a arrepentir de permitirme seguir mi vocación, voy a ser el bombero más preparado y eficaz del mundo” “Eso espero hijo, eso espero” le contesto abrazándole su padre.
El tiempo ya se sabe pasa muy deprisa y aunque estuvo casi los dos años previstos fuera de casa sin darse cuenta llego el día en que volvió más delgado, más serio, más maduro que al irse pero con una sonrisa de oreja a oreja que anunciaba su alegría al haber conseguido lo que se había propuesto.
Después de abrazarse con su familia tiernamente, paso a enseñarles orgullo los títulos referentes a las especialidades en las que se había graduado, volvía según los dijo, convertido en uno de los mejores bomberos del mundo y con las mejores referencias de la escuela afgana donde había estado estudiando.
A sus padres les fue cambiando la expresión de alegría para transformarse en la de horror y llegar a la de espanto según iba leyendo los diplomas.
“Especialista en bombas lapa, Montador graduado de bombas de racimo, Diseñador de artefactos de explosión retardada, Técnico en artificios explosivos de relojería.”
Y nunca pudo comprender, cuando con gran ilusión les dijo “Y ahora viene lo mejor, tengo un contrato para realizar mi primer trabajo muy cerca de aquí”, el porqué del desmayo de su madre y mucho menos la llamada a la policía que inmediatamente hizo su padre.

Fernando Mateo
Abril 2015