Era un tipo común y corriente. Jamás había hecho algo interrsante, ni tenía logro alguno. Sería la persona más ordimaria del mundo sino fuera porque era más aburrido que el promedio
Su nombre era Martín. Martín era una persona soñadora. Soñaba con algún día hacer algo divertido de su vida. En eso, llegó el tipo que surtía el agua. Al no tener DINERO fue a la recámara, donde encontró un sombrero en el cajón donde guardaba el dinero. Seguramente es de mi mujer - pensó. Aunque se preguntaba que haría su esposa conun sombrero de ese estilo. Era como el que usaban los magos que daban funciones. Al husmear su cajón notó que estaba en la quiebra. Razón por la que bajó de su recamara desanimadente para contarle al chico que no tenía mas que un sombrero. Irónicamente, eso le interesó al joven. - ¡Venga! Dame tu sombrero, le puedo sacar algo de dinero. Después de aceptarlo como paga, el chico repartió todos lps garrafomes que tenía que repartir. Al llegar a su casa, consevó ese extraño sombrero . Al llegar el domingo, llevó el sombrero a un bazar, donde el trabajaba. Después de varios días logró venderlo a un tipo raro, el cual se encontraba muy emocionado de tenerlo.
Se lo puso y dijo en voz alta: Quisiera ser el mejor mago del mundo. Después de eso, le devolvió el sombrero al chico y le dijo: Solo se puede usar una vez, pero recuerda, tienes que devolverlo al que te lo dió , sino no se cumplirá. El chico extrañado simplemente puso el sombrero en venta nuevamente e ignoró lo que le dijo el tipo raro.
Al regresar a su casa, el tipo prendió la tele y su sorpresa fue grande al ver al tipo raro en ella. El sujeto era la novedad. Se encontraba haciendo trucos jamás antes vistos. Definitivamente tenía que probar el sombrero, pero al buscarlo, este ya no se hallaba allí. El joven regresó rápidamente al lugar donde lo vendía pero no encontró nada. Tristemente el chico regresó a su casa sin ánimo alguno. Al día siguiente, fue a repartir garrafones en su trabajo.
Casa tras casa llevó todos los garrafones que se le pedían Poco antes de terminar, tocó el timbre de la casa de un inicio.De ella salió una mujer vestida con un elegante vestido. ¿Cómo era eso posible? Supuestamente Martín no tenía ni para un garrafón. ¿Que no eran pobres? - Preguntó el joven Jesús olvidando todo tipo de sutileza. Ja ja, ya nó - Respondió la mujer de Martín - mi esposo se GANÓ LA LOTERÍA. Ahora el se encuentra esquiando fuera, y cuando vuelva me llevará a Europa. Aunque por ahora soy feliz con este vestido y mi cillar de perlas. Por cierto ¿Ya viste mi lindo anillo?. Sí seño. !Madam porfavor! - interrumpió la señora al ver que se referían a ella de una forma tan vulgar. Lo siento doña, pero tiene que decirme. ¿Esto tiene relación con un sombrero?
La mujer de Martín le cerró la puerta en la cara.
Jesús, al no saber donde se encontraba el sombrero decidió esperar a que volviera su cliente de viaje, ya que la esposa aparentemente no le diría nada.
El tiempo pasó y jamás encontró el sombrero. Sin embargo, se percató de algo. Que al pasar de los años, su cliente dejó de viajar y divertirse, y volvió a ser la misma persona aburrida de siempre, su esposa se quedó con el mismo dinero de siempre, y el mago se quedó sin mas trucos bajo la manga, por lo que fue el mejor mago solo por un momento.
Moraleja: Dale a una persona un pez y comerá un día, enséñale a pescar y comerá por siempre.
Después de eso, nuestro joven protagonista dejó de buscar el sombrero mágico, pues tenía algo mas potente. Su fuerza de voluntad. |