La neurociencia nos enseña que nuestro cerebro esta diseñado para pasar por alto gran parte de la información sensorial que le llega de tal manera que pueda enfocarse en lo relevante para darle un cierto sentido de coherencia a cada experiencia. Así, por ejemplo, al observar un árbol en el bosque es posible que nuestra mente consciente este registrando con todo detalle las flores de una de sus ramas, pero también nos llega información del entorno que no pasa por nuestra atención consciente,si no que queda almacenada sin procesar en algún rincón de nuestro inconsciente.

Durante nuestro quehacer habitual, pasa algo similar con nuestros pensamientos. Para nuestro yo consciente ellos no difieren de las múltiples señales sensoriales que nos invaden, por lo que la mente aplica el mismo filtro: Sólo prestamos atención a aquellos pensamientos que le dan coherencia a lo que sea que nos ocupa en cada momento. Por ejemplo, si vamos a preparar una taza de te, en el camino nos asaltaran una serie de otros pensamientos, recuerdos, juicios, elucubraciones, etc. Los que irán siendo descartados uno tras otro hasta que completemos la tarea de hacernos el te. Si quedamos inactivos (por ejemplo esperando a que hierva el agua) estos otros pensamientos cobran mas fuerza y compiten por nuestra atención, si uno de ellos gana podemos por ejemplo ponernos a hacer otra cosa mientras tanto. Incluso hasta es posible que se nos olvide que estábamos preparándonos un te hasta que suena la alarma del hervidor o el pito de la tetera.

Bajo el efecto del cannabis, estos filtros pierden fuerza y toda esa actividad inconsciente comienza a emerger al primer plano de nuestra mente. Por lo que las cosas parecen mas importantes de lo que son. Nos sorprendemos por cosas simples y comunes. Al ser mas conscientes de los pensamientos e impresiones secundarios, el tiempo parece transcurrir mas lento. Así aparece esa impresión de que nos quedamos "pegados" con una idea o sensación por mucho rato cuando para el resto de las personas solo fue un instante. Al tener mas "material de trabajo" la mente se vuelve mas creativa, realiza asociaciones de cosas semánticamente bien distantes. Cuando la dosis es alta puede ocasionar crisis de pánico, por que por ejemplo se siente que pasa demasiado tiempo entre una respiración y otra, lo que crea una falsa sensación de ahogo. La mente pierde -en cierta medida- la capacidad de distinguir los propios pensamientos y fantasías de las percepciones del mundo externo. Por eso a veces creemos haber dicho algo cuando en realidad solo lo imaginamos. Es más, puede que solo lo hayamos imaginado un instante, pero debido al efecto amplificador que tiene el cannabis de nuestra escala temporal, tenemos la sensación de haber estado mucho tiempo en esa imaginada conversación. Por lo mismo nuestra capacidad de comunicarnos se entorpece, solo somos capaces de expresar una pequeña parte de lo que realmente queremos decir, pero imaginamos que lo estamos diciendo todo. Si nuestro interlocutor también esta volado, el se imaginara su propia versión de lo que estamos diciendo y por supuesto nos encontrará toda la razón, porque después de todo es lo que su propio cerebro construyó a partir de la escasa información que le dimos. Por eso es casi imposible que haya una discusión o un desacuerdo entre "volados".

¿Han probado tener sexo con cannabis? Es muy interesante, pero eso da para otra reflexión.