Tu alma desgarrada
se vertió en lágrimas
mojando nuestra almohada
un hilo de voz susurrante
rasgó tú garganta,
y al compás de los sollozos
sonaba un blues
otra noche más, en vela.

¿Qué hemos hecho mal?
¿Porqué se va?
Son tantos los días esperando
su regreso
Tú le dìste la vida,
ahora él arranca la tuya.

Los años de incertidumbre
han edurecido su corazón,
que sigue latiendo en su pecho,
Es un niño en el cuerpo de un hombre.

Tu dolor se extiende hasta mi alma
se acerca reptando entre las sábanas
y atenaza mi garganta
en un estallido de rabia y angustia.

Lo sentía ya como mío,
maldigo al dueño de la semilla
que lo engendró
y envidio que no fuese la mía.

Me uno a ti en esa canción triste
desbordado en cascadas de tristeza
nos fundimos
en un abrazo hasta el amanecer
esperando,
siempre esperando...

J@I