Quisiera ser puente de guijarro silente
que sustente los pasos viajeros,
abarcar las orillas con mis brazos
y revelar sus secretos, luego,
mirar a otro lado para nunca volver.
Quisiera ser planta revoltosa sin raíz
ni simiente, trepadora errante
a lomos de un animal caminante
sin patria ni memoria;
Quisiera ser noria en un frío río de aire
y mover el tiempo con los dedos
persignando en mi frente los años
que me ausenté.
Quisiera ser amarilla aleta de pez
luchando contracorriente,
dejar atrás los mares pasados
y navegar la estela de un barco
arrumbado que me inventé.

Quisiera ser fuego, la llama oxidada
que incinere en mi entierro,
ser flor olvidada en la calzada;
Ser las sobras en el plato de un perro.

Quisiera ser nada,
respirar por las manos, caminar por el cielo,
ser reflejo simulado en el espejo,
vestir un traje de hombre nuevo
para nada ser;