¿DONDE HABITA EL AMOR?

En realidad, nadie sabe
dónde habita el amor.

1
Un día
me pareció verlo sonreír
en la obscuridad de tus ojos,
arreando con su magia
los sueños que hilaba
cuando vagabundeaba,
y la vida pasaba azuzada
por el viento,
acariciando los frutales teñidos
de primaveras,
al ser humedecidos por el llanto
de los amaneceres manchados de sombras,
escarchas de invierno
y la luminosidad de la luna.

2
Otro día
pude verlo,
al asumir con agrado
el escarceo de las aves,
tarareando melodías
a la mujer de mi sueño.

3
Ahora, pasado el tiempo,
lo hallo flotando en la cornisa
de su cadera,
al recorrer con mis manos
el torso hilvanado,
recogiendo del fruto maduro
y desarrollado a plenitud
¡La delicia de los sueños!

JOSE NICANOR DE LA ROSA.