Madre:
Con el aliento del poeta, quiero sacar de mi los suspiros azules que en su ausencia lanzo al silencio. Quiero quizás materializar el recuerdo de su risa, y escuchar en la ausencia de su voz mi nombre en sus labios. Una noche, tantas noches sin besar sus manos parecen un desierto yermo. Mañana domingo tengo la certeza de que junto con el sol, entrará por mi ventana su bendición. Como el poeta le diré que ya no bebo, le diré que Clara tiene en sus ojos parte de sus estrellas. Mañana domingo voy a caminar a su lado, para mirar la tarde morir en el silencio del río. Como el poeta le diré que yo también la amo en todas las madres, en la madre de Clara, en las vidas que su sangre semilla esparció por la tierra. Ahora me despido, y estas palabras quedan expuestas a millones de corazones, que como el mio, rima con fuerza por su presencia eterna madre Sonia.