La nave estaba meticulosamente preparada. Cámaras de criopreservación para los humanos durante los casi 160 mil años de viaje a Sirio. El mejor cerebro robótico controlaba la nave y todos los detalles habían sido repasados durante décadas.
La nave viajaría sin dificultad y despertaría a los humanos al llegar a Sirio.

El despegue fue normal y la inmensa nave se alejó de la Tierra, luego de Marte. Al llegar a la órbita de Júpiter, la tripulación entró en las cámaras de criopreservación.
La nave alcanzó Saturno, atravesó la órbita de Urano, Neptuno, Plutón y abandonó el Sistema Solar.

Mil millones de años antes, una formación mineral conocida como roca se desprendía de un pequeño cometa y comenzaba su viaje por el espacio. Mil millones de años después, su camino se cruzó con una nave espacial.
Atravesó su coraza metálica y destruyó completamente el sistema de navegación de la nave.

Los sistemas autónomos de la nave repararon las roturas, remplazaron la coraza espacial de la nave y todo volvió a la normalidad.

La nave prosigue su viaje, 45 mil años después de haber despegado, pero ahora viaja en dirección al centro de la galaxia, y se espera que la tripulación sea despertada dentro de 115 mil años, a unos 5700 millones de años de su destino.