La sonda desplegó la antena de largo alcance, tomó una serie de fotos y las lanzó al espacio detrás de ella.
A 8 minutos luz de distancia, las imágenes erraron su destino y siguieron viajando por el espacio, internándose en el frío y el silencio de la nada.
La sonda dio por terminado su trabajo, replegó los paneles y giró levemente. Unos minutos más tarde se internó hacia el núcleo solar, evaporándose casi al instante.
Texto agregado el 10-05-2015, y leído por 81
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Lectores Opinan
26-06-2015
te gusta escribir sobre estas cosas y es genial!
principexatruch