Ésta es una versión rimada de otro soneto sin rima ( soneto blanco), presentado anteriormente con el mismo título.

TUS CARTAS

Cuando encontré tus cartas una noche
solas durmiendo en su lecho de olvido
pasaron a la hoguera en un descuido
después de tanto amor y aquel reproche.

Las cartas crepitaron con su llanto
retorcidas gritando sus dolores
y en densas humaredas y clamores
mezclaron su impotencia con su espanto.

Al verlas indefensas, miserables,
no pude contra el fuego aquella noche
salvar de las primeras tal quebranto

volviendo a aquel baúl las que, culpables,
trocaron el amor por el reproche
y ensañadas rompieron el encanto.

Clorinda