No lo recuerdo bien, pero hay unas cuantas fotos que lo representan. A quien se sienta igual, le recuerdo hacer verdad el dicho y ser ahora martillo por las veces que ha tenido que ser yunque. Reciprocidad, es posiblemente la palabra central del diccionario. Ni demagogias, ni otro tipo de majaderías ni zarandajas. Todos hemos sido yunques: basta con echar un ojo a las fotografías. Se ve que es una constante universal sobre la que no se ha suficientemente recapitulado.
Esas fotografías existen; que no lo dude. Alguien las tiene. Posiblemente buscando en la colección particular no pase de hallar un almibarado repertorio de recuerdos gratos. No hay que dejarse engañar, y menos por uno mismo. Que se busque. A menudo no se encontrará el referido material gráfico y el susodicho se irá a la tumba sin haber dado los golpes oportunos.
Ahí la razón del presente escrito. A modo de sustitutivo del citado material. No lo dude: usted en algún momento de su vida ha sido un perseguido: vénguese en consecuencia, pues posiblemente no lo habrá hecho por adelantado.