Anda sin rumbo rondando mi boca,
un tierno beso para el fin del día.
No estoy al tanto de sus intenciones,
tampoco contesta si se lo pregunto.
Me tiene tan solo a los sobresaltos,
de tan agitado que por allí se anda.
No logro calmarlo de ninguna manera.
Busco una boca que no sea la mía
para que lo guarde hasta que amanezca.
Texto agregado el 09-05-2015, y leído por 202
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