Necesidad
Hacía mucho que no lo hacía, pero cuando la necesidad llama hay que responder como lo hace una madre ante el llanto de su bebé. Lentamente lo agarré entre mis manos, lo observé, le mojé la punta para que se deslice mejor y decidido comencé. Con mi mano derecha, la más hábil, empecé el movimiento, primero lento, suave, de arriba hacia abajo, de abajo hacia arriba, poco a poco fui tomando ritmo haciendo el movimiento constante, fluido, ágil, llegué a sentir como mi corazón aumentaba su ritmo cardíaco. Fue rápido y corto y cuando terminé sentí una gran satisfacción, me sentía pleno, orgulloso, entonces dejé el inflador en el piso y dije: -hijo, ya te inflé la pelota.
By Pato Buratti
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