SANTO REMEDIO.



Veterano de incontables batallas,
De grandes glorias y también derrotas;
Consciente de sus virtudes y fallas,
Cogió juicio al fin "El gato con botas".


El apodo se lo adjudicó el dueño,
Por sus travesuras y pilatunas;
Cuando de noche le quitaba el sueño,
En sus lides de amor con las gatunas.


Tres noches sin salir,era curioso,
Su actitud resultaba sospechosa;
¿Será que el minino estará enfermoso,
O lo estará asustando alguna cosa?


A diario protestaban los vecinos,
Desvelados hasta la madrugada;
Porque el bochinche de dichos felinos,
Nunca les permitía dormir nada.


Decidió su amo cortar de raíz
Y lo llevó donde el veterinario;
Jamás cometería otro desliz,
Ni alteraría más al vecindario.


En casa,al despertar de la anestesia,
Se sintió débil,le faltaban "Pilas";
No recordó nada,tenía amnesia
Y un extraño vacío en las "Mochilas".