Cada vez espero menos de todos,
Mejor dicho, espero nada de nadie,
Y la verdad, no se siente nada mal
La noche me habla susurrando
el día me canta mil canciones
Armoniosas, disonantes, no importa
Todo me habla a su manera
Menos los labios, menos la gente

Hasta el encierro en mi cueva dice algo
y las estrellas orgullosas cuentan mucho
Y los gatos entre las piernas
Y los perros que me ladran
El insomnio, el sueño
todo danza a su manera
Pero nunca los cuerpos

¿Quién dijo que los ojos no mienten?
Mienten como vos, como yo, como todos
¿Quién dice que alma se sincera?
Un alma que no existe
Un alma que se marcha

Encontrar la verdad en el silencio
Yo me alejo de las gargantas
Y sus eufemismos conscientes
Ya no puedo ni debo entristecerme
Ante las promesas mal nacidas de los corazones

Si uno espera algo, tal vez no encuentre nada
Y cuando extenuados no esperemos
Se producen los hallazgos
Después de todo quien se tumba
Mata las horas, silba callado
Las palabras siempre suelen resbalarse
Como el mar cuando nos moja sin limpiarnos.