Ronda de pelusas
gracias a ciertos rayos solares
obstinados en permanecer
ella se mira en el espejo
aquel cuerpo terso decía la verdad
en su color durazno
y curvas convergentes
y pensaba, si tuvieran alas
sus ansias de mariposa
podría alejarse hacia las alturas
esas que permiten verlo todo
entonces se abandonaría a la
brisa, subir con ella extendiendo brazos
y piernas, plenitud de libertad
incondicional, que
no tenía
ya que golpeba la puerta
el próximo cliente.
Texto agregado el 05-05-2015, y leído por 189
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Lectores Opinan
05-05-2015
Amarga realidad,plasmada en tu bello poema.Un Abrazo. gafer