El verdadero misterio es por qué nos cuesta tanto tomar la decisión, sabemos qué hacer y sólo uno puede encarar la tarea de sumergirse en lo que más molesta, complica, y cambiarlo. La sensación de calzarse a uno mismo como traje a medida, cortado y cosido por un maestro que nos conoce como nadie, y sabe armonizar las formas externas de manera tal que nos moviliza, nos predispone a cambiar y equilibrar la actitud interior. Entonces uno compone el andar y luce cómodo, fortalecido, nada cambia en el mundo del traje para afuera, pero el mundo transportado pesa menos, se acomoda mejor, cuando caminamos por la calle en traje nuevo, y con las manos del maestro en el bolsillo.