¿Qué hacer cuando las cosas ya están dadas? ¿Por qué no me fui tras la planta? ¿Tras el río y la selva? ¿Que me mantiene en el concreto? ¿De veras pienso que puedo generar algo bueno? ¿Al fin el egoísmo qué es? ¿Mi potencial hace algo aquí mismo? ¿Mi potencial se desperdicia allá fuera? Algunos se animan a construir por fuera, y algunos por dentro. En el medio no se genera nada, nada más que incertidumbre, conflictos. ¿Para qué? De repente la vieja idea de la muerte me acompaña como un velo sobre mis caderas. Ahora sí que se siente sabrosa, delicioso no por-venir. Pero de nuevo, ¿Para qué?
¿Acaso tengo hambre?
¿Acaso tengo sed?
¿Acaso siento cansancio?
¿Tengo fe?

Recuerdo vagamente una Alejandra... y sus brazos que estaban cansados de abrazar un mundo desecho, un mundo abandonado...

Recuerdo una jaula que se hacía pájaro, y un soplo de los Dioses...

Recuerdo el sufrimiento de sentir
de saber
de observar
de entender

de no poder

del ¿Para qué?

A veces esa sensación vuelve como estrella fugaz,
separándonos,
como si fuese acaso posible des-unirnos...