Hace rato quería escribirte algo que valiera la pena, algo un poco más cargado de lo que haya, de lo que salga, de lo que el momento deje y valga. Un par de madrugadas ya divagué sobre cómo empezar a teclear lo necesario para expresar algo de lo que siento por vos y junto a vos, pequeño disidente del género. Son tiempos más ajustados para poder reventar en colores juntos, vos tenés que ir abriendo algún surco para ir hasta donde querés llegar, no quiero caer en cacofonías, me enfoco en esa felicidad que sudás a cada palabra por lo que te apasiona y sin embargo reviento y se me revuelve todo por dentro, por querer verte y no poder. Claro que comprendo, vos tenés tus prioridades bien puestas, amo que estas estén sobre mi y sobre cualquiera, desde vos lo más importante siempre serás vos, no pertenecés a nadie, quizás solo al viento y eso, me mueve más aún el suelo. Por otro lado estoy yo, 25 años recién cumplidos y aún sin norte fijo ¡No hay reclamo que valga! Si yo también debo buscarme mi senda. Justo y por primera vez en mucho tiempo estoy haciendo de mis manos algo útil, con la repostería, y te confío un secreto que no cuento y que probablemente ya te conté, deseo poner un café, un espacio cultural con repostería y bebidas ricas, una esquinita del mundo, libre de drogas, libre de dogmas, donde se puedan presentar artistas locales, dar talleres a niños/as, algo que sea útil, que no reproduzca los mismos standares de esta sociedad de mierda, un cachito de utopía, y sin embargo no lo cuento, porque temo fallar, temo no lograr cosas, y además me queda un camino largo para ello. Vos que vas del faro a la práctica y querés vivir del arte, sabrás que no es algo que sucede de la noche a la mañana. Teniendo todo esto en mente, por más que me aruñen las ganas, lo comprendo y así como me mata, me encanta, que no haya tiempo para vernos porque primero está el existir/resistir, si eso no fuera de ese modo es probable que no me gustaras, si me gustás es precisamente por reventar el género, por la rebeldía de lo estético a lo práctico, y lo divinos que se ven tus ojos cuando reís, como se rasgan como ramitas en época seca. Hace tiempo que el tiempo no me da en muchos temas, y soy socialmente un desastre, yo no salgo y todo me cuesta, no sé bien cómo comunicarme con la gente, en especial con hombres cis-género, de pronto encontrarte en este mundo tan normado fue mágico ¡Ya había olvidado lo que era un beso así! O un abrazo, que aún siento un poquito, al menos las veces que pasé de nuevo por la democracia, y respetando todo lo anterior, aún así, me nace esas ganas de verte, de encontrarte de nuevo entre tanta gente, entre tanto cemento, y que nos miren raro. Estoy consciente que esto es lo que es, y nada más, y eso es aún más maravilloso. Peco igual, pensando en abrazarte, en dormirme a tu regazo, en escucharte cantar algo, en querer un ratico a solas, en ver estrellas, en ver una película, o el pretexto que fuere para perderme un ratico a tu voz, prepararte algo de comer, lavar tu camisa, llevarte al río, contarte sobre celajes absurdos. Y sin embargo me retengo, para no abrumarte, para no incomodar, porque primero está lo que tenés que acabar y me hace muy felíz que vayás a por ello. Te pienso, y espero no te asuste, sé que sos tan humano como cualquiera, sé lo que hasta ahora calzamos y lo que no, sé que no tengo más que ofrecer que lo que has visto, lo que hay es lo que se ve, de igual manera deseo poder conocernos un poquito más y llorarnos los minutos a ronrroneos, y poder decirte lo que siento más de cerquita, al borde de tu oreja en algún lapso envolvente. Me disculpo si esto está de más o si se hizo largo el tema, me gustás Pier, y espero poder compartir otra tarde a tu lado, cuando sea esto posible, no tenés que contestar algo específico, solo quería sacarlo, sos una persona muy linda y estoy agradecida con el mundo por habernos hecho naufragar cerca un par de veces.