¿Alguna vez te has puesto a pensar en que importante son las anécdotas que la gente, extraña o conocida, te cuenta?
Las anécdotas de vida que cuentan los ancianos, te comentan acerca de amores y decepciones; amigos y enemistades; aventuras peligrosas en otros lugares, etc. Estas historias por fantasiosas o increíbles que sean, siempre te dejan algo. Puede ser incertidumbre, o el recuerdo de lo que imaginaste, también puede ser que te haya hecho recordar a ti mismo, en algún momento de tu vida, o simplemente el deseo de lograr algo como lo que aquel anciano hizo.
Las Historias de los niños, niños como los que alguna vez fuimos, También están llenas de lecciones. Tal vez, lecciones que olvidamos o simplemente que nunca aprendimos. De estas historias podemos aprender lo mágico e inocente que es su mundo, lleno de misterio y cosas por recordar. Uno se llena de alegría o tal vez de tristeza al observar el rostro inmaculado de esos anecdóticos infantes, cuando sus historias, de corta experiencia, nos cuentan
Aquellos testimonios de adolescentes y adultos, que nos transmiten sentimientos, son relatos, al igual que los demás, llenos de diversión. Relatos mucho más creíbles y ordinarios pero como siempre, esta la excepción a la regla, estos son los cuentos de peligros y aventuras asombrosas.
Lo último que me falta decir es que:
Hay que escuchar cada palabra dicha, por mas falsa que parezca, por que siempre, siempre, HAY UNA LECCIÓN.
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