I

INRI
Ahí estaban los feligreses, llorando la muerte del Nazareno en la cruz, en el cerro dónde se acostumbraba realizar el Vía Crucis año tras año. Mientras unos comían papitas y golosinas, otros miraban atentos la escena en que el Hijo de Dios es clavado en una cruz que ostenta en la punta las siglas INRI.

Los niños pequeños no logran entender todo el sadismo al que fueron expuestos por más de una hora de camino que duró el recorrido del Jesús hacia la cima del cerro que se convierte en el Gólgota del pueblo cada Viernes Santo, algunas señoras dejan escapar las lagrimas de arrepentimiento de sus pecados, otros, en silencio y con tragos de saliva recuerdan que son pecadores y así seguirán.

En eso están, cuando de pronto se escucha un tronido y la cruz se cae de frente, el Cristo ya no pudo decir “Padre porqué me has abandonado”, la escena causa diversas reacciones en el público,los soldados romanos se apresuran a auxiliar al Cristo que además de haber sido crucificado descendió con la cruz a cuestas ante el rompimiento del madero, la ambulancia recoge al actor principal de la semana santa, con la nariz rota y la cara ensangrentada, la corona de espinas incrustada en la frente y a los pies de la Magdalena queda sólo el pedazo de madera que se desprendió de la punta con el golpe, INRI.

II

EL JUDAS
Resulta que se habían reunido para realizar por primera vez el Vía Crucis en el pueblo, por razones del clima no se pudo comenzar con el pasaje bíblico que narra la Última Cena y que corresponde al Jueves Santo y el denominado “Lavatorio de Pies”, sin embargo el viernes como habían quedado en punto de las 11 horas comenzaron la actuación…

Los vecinos al ver los chicotazos que le ponían al bien caracterizado Jesús, comenzaron a prenderse, a sentir la sed de la justicia, a cuestionar el porqué de la crueldad contra un hombre que además se conocía por ser bueno en la iglesia, cuando de pronto y después deque los soldados romanos le colocaran la corona de espinas, entre la gente surgió un grito y una mano que señalaban al culpable “¡Ahí esta el traidor hijo de la chingada! ¡Ahí está el que vendió a Diosito!”.

El actor que se había metido en el papel, se limitó a enseñar el saco de piel dónde supuestamente cargaba las 30 monedas de plata que había ganado por vender al Galileo, pero cuando sintió ya tenía varias manos encima…. Así llegó una patrulla, rescataron al hombre, se llevaron al Judas en ambulancia, y al otro día en el periódico el encabezado principal decía “Casi linchan a Judas por traidor”, desde entonces ya no hubo más que rezos en Semana Santa.

III

EN EL GÓLGOTA
Pues a punto estaban de terminar. El Vía Crucis como muchos otros había sido largo y lleno de emociones, el cielo por fin se había nublado luego de latiguear los torsos de los ladrones, Dimas y Gestas y del mismo Jesucristo que con la ropa desgarrada había aguantado los trancazos que le dieron sus vecinos convertidos en soldados romanos.

Los hombres con cascos que remataban en un cepillo de escoba en lugar de la cresta que se utilizaba en la antigüedad por las centurias del César, golpeaban e insultaban al Cristo del barrio para hacer más real la recreación de la Pasión y Muerte del Hijo de Dios.

Sin embargo el bochorno que había quemado los pies del Nazareno, también anunciaba la eminente tormenta, y no fue hasta que estuvo en la cima del cerro cuando el cielo se nubló por completo. De pronto el estruendo, el trueno, el relámpago…

El rayo había caído,varias personas gritaron, todas corrieron y las tres cruces con los hombres en ellas se quedaron inmóviles, en tanto Dimas, Gestas y Jesús gritaban ¡Bájenos culeros! ¡No nos dejen aquí!