Esta anocheciendo y la calle está vacía. Peter camina acelerado con la sensación de que alguien le sigue. Mira hacía todos los lados y solo puede ver a unos gatos corriendo entre los cubos de basura.
Vamos Peter, se dice, tranquilo, ya estamos llegando. Pero su corazón se acelera y siente que hay alguien detrás, una corriente fría se cuela en su nuca.¡ Corre, ya están aquí, ya llegan...corre!
Al cruzar la calle se encuentra con un grupo de gente:- corre, ya están aquí, corre, no te detengas, nos van a alcanzar!
Entra en casa, por fin está a salvo, tranquilo, respira , ya paso todo, respira...Intenta poner en práctica todo lo que le dice su terapéuta. Respirar profundamente, elevar su conciencia y ver todo desde arriba, como si estuviera fuera de la acción, sobrevolando el panorama. Bien sabe Dios que lo intenta, pero al final siempre puede más ese otro yo y la vuelve a cagar, siempre.
_¡ Cuidado!, el ambiente está cargado, alguien ha entrado y vienen a por ti. ¿ Que haces ahí parado? Van a cogernos, corre, no estamos a salvo, han llegado.
Peter recorre su apartamento, todo esta en orden y no ve a nadie. Quiere calmarse. Respira hondo, no entres ahí, no es real, no lo escuches.
Desesperado es sienta en el suelo, no puedo más, se siente amenazado por ese otro yo que le acosa en todo momento. está llorando, no puedo más, le dice, ¡Vete, no eres nadie, tan siquiera una sombra ni un esqueleto, no eres nadie! Fuera de mi vida.
La incertidumbre le corroe por dentro,yua no sabe que hacer para liberarse. De pronto se abraza, fuertemente. se abraza, abarca su dualidad y en el abrazo se acepta, se ama.
Nota como esa otra parte suya se alama, logra acallar a su doble. En el llanto reconoce a ese niño que fue y que permanece encerrado, olvidado de sí mismo y que lo único que quería era un poco de atención, un poco de amor. Peter al final se duerme, abrazando a su niño por fin descansa.
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