LÁGRIMAS...


Oleajes que nos bañan las playas de los ojos:
zumo de los dolores que manan desde el alma;
sutiles cascaditas que caen por el rostro;
salmuera que se endulza cuando vuelve la calma:

licor hecho de amores: de penas y de olvidos;
de castigos, de ausencias, de silencios y gritos;
de culpas, de traiciones, de todo lo perdido;
de pasiones inmensas, de rencores malditos.

Manantial de nostalgias: agua de fuentes pares
corrientes pequeñitas que son benditas charcas
que humedecen recuerdos y ahogan los pesares
en el desierto yermo de nuestras añoranzas.

Hay lágrimas amargas; las hay de amor o saña;
hay otras transparentes como las de las lámparas.
Hay lágrimas oscuras: se esconden tras las gafas.
Son lágrimas ocultas para no inspirar lástima.

Hay lágrimas de sangre que brotan irritadas:
son aquellas "non sanctas": las que el odio desata.
Las hay "de cocodrilo" que son lágrimas falsas.
y las hay verdaderas que fluyen desde el alma.

Las de arrepentimiento me hacen bien al llorarlas
porque alivian las culpas: son lágrimas sagradas;
tienen un parecido a las de perdonanzas
y valen más que todas las que aquí se derraman.