Mi amistad con Don Sata.

Hace ya muchos años que mantengo una cierta amistad con Don Sata. Si es que se puede llamar “una cierta amistad” a la relación que mantenemos. No hay que olvidar que yo soy un ser humano común y corriente y él, es nada menos que el Señor de los Infiernos.
Pero lo cierto es que él me buscó a mí y no al revés. Don Sata me pidió ayuda para lograr convencer a ciertas personas a que se unieran a él, en su campaña por extender el Mal a los ámbitos de la Literatura. Fácilmente logré enrolar en las filas del Mal a un buen grupo de escritores, aunque muchos de ellos ni siquiera sospechan que trabajan para el reinado de la maldad. Ellos creen que es divertido “unear” y hacer enojar a algunos autores. Otros piensan que plagiar es de lo más cómico, mientras que la gran mayoría de estos poseídos por Don Sata se dedica a festejar y a comentar en forma positiva y amistosa a cuanto bodrio o ladrillo aparecen en Los Cuentos.
No saben el mal que nos hacen a nosotros. pobres escritores, regalándonos estrellas a granel y haciéndonos creer que ya hemos alcanzado la cúspide.
A veces siento remordimientos por haber ayudado al Diablo a conseguir a estos inocentes, pero como siempre tengo algún petitorio para que Don Sata colabore conmigo, ya sea para obtener un buen resultado en los partidos de mi equipo de fútbol favorito (River) o para congraciarme con alguna minita que antes no me daba ni bolilla y ahora se siente irresistiblemente atraída hacia mí. Claro, ya sabemos que, favor con favor se paga, ya que Don Sata no hace nada gratis.
Lo principal que me exige El Maldito, es que lo trate con honores y títulos rimbombantes como por ejemplo Gran Visir de la Maldad y títulos así. Tiene un ego más grande que ese Nito69 que me rompe los cojones con sus ridículas frases. Ni Don Sata lo quiere para sus huestes porque asegura que lo aburre.
Lo cierto es que le tiene muchas ganas a Zepol aunque éste lo desconcierta cuando sube algo y enseguida lo baja o cuando publica algún cuento viejísimo y lo repite varias veces.
También piensa que Mujerdiosa no existe y que es solo un invento de algún amigote suyo que se quiere reír de él. Porque no puede existir una persona tan buena. Ama a los animales, a los humanos, incluso a los personajes que encuentra en sus lecturas. Además ella pregona que ya ha vivido otra vida y parece ser que muchos le creen y la siguen por sus diferentes blogs.
A veces lo miro pensando que este ser, alguna vez también fue un Angel y me da un poco de pena. Y eso que yo sé que existen algunos ángeles que se las traen. Por ejemplo , Gabriel, mi Angel de la Guarda es un turro y se aprovecha que en mi juventud fui un poco travieso, para culparme de todas sus desgracias. Cuando se hizo cargo de mi custodia era el Arcángel Gabriel y poco a poco lo fueron degradando en el escalafón celestial y ahora es solo el Cabo Gabriel.
Hay un escritor al que Don Sata desea corromper, porque dice que es varón, europeo e infiel. Lo quiere transformar en gay y hacerlo creer que es americano, de Haití, precisamente. Son inocentes jugarretas que hace el Gran Cabrón, solo para pasar el tiempo. Ojalá que no consiga a nuestro nunca bien ponderado amigo Crazymouse. No lo merece.
Gafer, es un problema aparte. Me promete el Virrey de la Boñiga que hará que River salga campeón si consigo que Gabriel Fernández (Gafer) se pase a sus huestes. Esta vez solo será una venganza, porque lo odia desde que leyó un libro de poemas que Gafer tituló “Ojos suaves”. Yo no lo he leído, así que no puedo opinar si el libro es bueno o malo.
También debo conseguir a Seroma si es que Seroma se llama en realidad Sergio Omar Otero. Dice Don Sata que no soporta leer trabajos de 10 a 20 palabras, así que le hará un maleficio para que nuestro buen Seroma no pueda dejar de escribir al menos 2000 palabras antes de quedar satisfecho con su trabajo.
En la misma situación lo tenemos a GGG con sus trabajos demasiado cortos. ¡No se imagina lo que le espera!
A Rolandofa, nuestro buen amigo, el maldito “ Rey de los Sapitos Aplastados por Camiones” dice que no es posible que un hombre de 60 años, aunque se llame Rolando Pérez Berbel, pueda escribir algo llamado “Cañitas voladoras”. Aclaro que tampoco he leído este trabajo, así que no puedo opinar sobre él.
Pedro Moreno More (Nelsonmore) tiene asegurado el mayor y peor de los maleficios. Creo que Satanás lo odia con toda su negra alma. Mucho me costó convencerlo que me contara el porqué de ese desamor. Resulta que Don Sata hace ya bastante tiempo, precisamente en el 2006, participó en un Concurso de Relatos Cortos, concurso que ganó Nelsonmore y “El Terror de las Monjitas Con Alzheimer” está seguro que Nelson le plagió uno de los relatos. Me ofreció, si lo ayudo a vengarse, que Román Riquelme juegue gratis para River. Quédese tranquilo, Don Nelson, que no ayudaré al Diablo ni en pedo.
Ríosdevino le gusta mucho, a pesar de su apellido (Luis Solovino) y le encantó esa frase que dice que el odio se esfuma y solo queda una mueca. El Soberano de las Hamburguesas de McDonald (esas que están hechas con terneros mutantes) cree que Riosdevino se le unirá voluntariamente. Yo no lo pienso así pero no es bueno contradecir al Maléfico.
En mi próxima entrega continuaré deschavando a los cuenteros que Don Sata quiere para sí.
Lo hago porque “quien avisa, no traiciona”.