Hoy en mi viaje diario de citadino, como dice mi tío de "niño de pueblo" me encontré con dos ancianos una pareja, una mujer de rostro duro y curtido por el sol, muy bien peinada y vestida; ambos llevaban varios bultos así como si llevaran cosas para los hijos, por lo menos me dieron esa impresión, mientras ella se preocupaba de donde debían bajarse el guardaba silencio muy serio, cuando lo vi me refleje en su figura, el vestía un sombrero negro, chaqueta dé mezclilla revestida de chiporro, un pañuelo negro al cuello, de esos que usan los arrieros para protegerse de los vientos en la cordillera, piel oscura teñida de color tierra y tostado del sol, mientras esperaba bajar entrelazaba las manos así como nervioso, eran de esas manos que pueden botar un árbol de un golpe, y una espalda encorvada de tanto cargar peso de tanto trabajar, no me mal entiendan el hombre esta vieja figura la he visto caminar a mi lado muchas veces, mis abuelos, mi padre y mis tíos son así, quizá algún día a pesar de mi vida de "niño de pueblo" se vea en mi semblante, la Paz de un hombre que trabajo toda su vida por su familia, y puede ponerse su mejor ropa para ir a ver a sus nietos, acompañado de esa mujer de rostro duro que toda la vida se preocupó por mí. |