CASO RESUELTO
Llegué a la mansión en mi citroen 2 cv empujándolo ya que me había quedado sin nafta. Me anuncié por el portero visor y el enorme portón de dos hojas, símil cuaderno Rivadavia rayado se abrió. Con lo poco que podía ver ya que era una noche cerrada y el jardín no estaba iluminado terminé de empujar mi auto y lo estacioné a 45 grados debajo de un árbol de moras y corrí rápidamente hasta la casa ya que una lluvia intensa con gotas del tamaño de cartucho de lapicera Parker caían sobre mi cabeza y golpeaban intensamente mi cuerpo como si intentaran penetrarlo. Al salir del árbol la lluvia ceso de repente. Llegué a la puerta y le di unos golpecitos suaves con el puño y unas patadas fuertes con el pie. A la quinta patada la puerta se abrió, apareció una persona de pelo blanco lacio despeinado y tirado hacia atrás, bigote tupido que no le dejaba ver el labio superior, frente y cara arrugada con surcos como si fuera un campo preparado para sembrar, con traje y corbata de los años 60, me saca la lengua y me dice -buenas noches, soy Albert- -Albert Eisntein, le pregunté? -No, Albert el mayordomo- -Buenas noches Albert, soy el detective Rodriguez. -Adelante detective, el Sr. Y la Sra. Audi lo están esperando. –Muchas gracias, perdón que estoy mojado pero de repente se largó un aguacero. –Detective, no está mojado con agua de lluvia sino con popo de paloma, estacionó debajo del árbol de moras donde las palomas tienen su nido. Pase, que lo acompaño al toilette para que se lave. –Bueno, muchas gracias. Al llegar al tolitte Albert me abrió la puerta y mas que un toilette era un vestuario de un club, las dimensiones eran enormes.- Lo aguardo en la puerta detective. A los 10 minutos salí con una bata de baño, después de haberme dado una ducha, cortado las uñas, afeitado y perfumado. Le di mi ropa a Albert y le dije- Ahora sí, ya estoy presentable, le pediría si me puede lavar la ropa y dármela antes de que me retire. –Como no detective, ¿quiere que se la planche también? –Si, por favor, el pantalón planchado con raya y la camisa me la devuelve en una percha y con el botón de arriba abrochado. Mientras Albert se retiraba caminando lentamente y riéndose de forma desmesurada, valla a saber que chiste se acordó, yo seguí caminando hacia el despacho del Sr. Audi. Ingresé al ambiente –Buenas noches Sr. Y Sra Audi. Soy el detective Gervasio Romualdo Rodriguez.
-Detective Rodriguez, gracias por acudir a mi pequeña morada.
-Por favor, llámeme simplemente Grr
-Ok detective Grr, tome asiento, mientras yo sigo tomando este delicioso whisky chivas regal así le explico para que lo he llamado. Necesito que resuelva un caso que puede ser de vida o muerte.
-Ok, intentaré que no llegue a ser de muerte para no tener que pasar a una mejor vida.
-Como Ud. sabrá mi empresa se dedica a ………………………………….
-A la industria automotriz, me anticipé a decir con total seguridad.
-No, mi empresa se dedica a la industria marítima.
-Que raro, pensé que con ese apellido se dedicaba a la industria automotriz, pero ahora que me acuerdo el magnate de la industria automotriz es Royal Caribbean. Bueno, cuénteme todo desde el principio.
-Como no, en un principio no existía nada hasta que una gran explosión conocida como el big bang creo la materia y la energía, luego……….
-Sr. Audi, lo interrumpí, veo que tiene mucho conocimiento, pero adelantemos y pasemos directamente al caso de vida o muerte.
-Sí, como no, tengo sospechas que quieren matarme.
-Mmmmm, eso es grave y en que se basan sus sospechas.
-Bueno, primero fue un correo
-¿un mail o una carta?
-No, un empleado mío de apellido Correo que me dijo: corre peligro.
-¿Y que pasó?
-Y, Peligro corrió y ganó la carrera
-Que suerte para él, ¿y que mas?
-Luego, la esposa de Correo, Antonia Marta Correa de Correo me advirtió que tuviera cuidado porque me podía pasar algo.
-¿y eso cuando fue?
-Cuando me vio pelando una uva con una cuchilla de carnicero.
-Que situación peligrosa, y digame, cuando aumentaron sus sospechas?
-Bueno, me di cuenta que querían matarme cuando encontré cocodrilos en la piscina, tarántulas en la bañadera, serpientes en mi cama y un león en el jardín.
-Mmmmm, claro, eso es muy sospechoso. Y su esposa aquí presente que opina
-No espere una opinión de ella detective porque es sordomuda, no escucha ni habla
-Que suerte para Ud. Es la mujer que todo hombre quisiera tener a su lado. Y tiene alguna sospecha quién quiere extinguir su existencia en este mundo?
-Bueno, hay un empresario de origen chino- español el Sr. Chin Chon Chan Cho Lopez que ha intentado comprar mi empresa en varias ocasiones, siempre me he negado a vendérsela y en nuestro último encuentro me amenazó diciendo que de alguna manera u otra se iba a quedar con mi imperio y que si seguía negándole la venta me quedaba poco tiempo de vida en este maravilloso mundo
-Bueno, me pondré a investigar al chino- español, mientras tanto le pido que tome recaudos y que no tome tanto whisky ya es la tercer botella que se baja.
El Sr. Audi, se puso de pie, se dirigió hasta el extremo del cuarto y alargando las palabras me dijo:
-Detective, graciassss, perooo tengoooo cultuuuraaaaa alcoooholicaaaa. Se diooo cuentaaaa de lo muchooooo que nossssss parecemoossssss??.
-Sr. Audi, le esta hablando al espejo, yo estoy de este lado. Antes de retirarme le tengo que pedir un gran favor, me podría regalar una botella de whisky?
-Comooo nooo detectiveee, lleeeveseeee este que esssta bien añejadaaaaa. En el momento que estaba estrechando la mano al Sr. Audi, después de varios intentos ya que no coordinaba los movimientos entró Albert, todavía le duraba la risa. Se puso serio y con vos tranquila y pausada, me dijo: –Tome detective, aca tiene su ropa, el pantalón se lo planche no con una sola raya como me pidió sino con varias rayas que le hice con marcador indeleble y la camisa esta planchadita y abrochada con el botón superior, el resto de los botones desaparecieron, ah en dos lugares sin querer se la queme. Albert me acompaño hasta la puerta de entrada, le devolví la bata y me facilitó un paraguas para cubrirme de la defecación de las palomas. Llegué a mi auto, destapé la botella de whisky y vertí el líquido en el tanque de nafta de mi citroen, arranque rápidamente y me fui a mi hogar. Llegué y cansado me retire al cuarto, después de haber pasado por el tercero a descansar. A la mañana siguiente me desperté y me pegue un baño, el golpe con el baño me provocó un corte en la frente, me prepare un café y me dirigí a la pc a darle de comer a los pcsitos. Mientras desayunaba prendí mi nootbook para tratar de buscar información del chino-español Chin Chon Chan Cho Lopez, me metí en google y aparecieron 7.000.000 de entradas con esa descripción, no tenía tiempo de revisar a todos, tenía que buscar ayuda urgente, me vestí y me fui a la casa de mi madre. Llegué, estacioné con dos ruedas arriba del cordón, las dos de atrás y abrí la puerta de la casa con mi llave, al querer guardarla en mi bolsillo se me cayó, me agaché para recogerla y ese movimiento hizo que esquivara el golpe con el bate de beisbol que tiró mi madre.
-Gervasio, me dijo con vos fulminante, cuantas veces te dije que toques el timbre antes de entrar.
-Sí, madre, tiene razón, es que estoy apurado, necesito pedirle un favor, estoy con un caso muy importante y necesito la ayuda del Sr. Pepe, ya se que está retirado pero es por única vez.
-Bueno, hijo, primero dale un beso a tu madre y vamos a buscarlo.
Pasamos por la cocina, salimos al patio trasero y llegamos al galpón del fondo, ahí estaba, tirado, descansando. El Sr. Pepe es un caniche es-toy de pelo blanco, mirada profunda, cola y orejas largas y de mente brillante, tan brillante como su pelo ya que usa una muy buena crema de enguaje.
-Vamos Sr. Pepe, tenemos trabajo. Su mirada y su gesto lo decían todo, tenía unas ganas enormes de seguir descansando.
-Espera, hijo, no te vas a ir sin comer nada. Enseguida les preparo el almuerzo.
Mi madre preparó nuestras comidas preferidas, milanesas con papas fritas y un plato de eukanuba con leche. El Sr. Pepe comió todo, no dejo ni una sola papa frita. Me despedí de mi madre y con la panza llena nos dirigimos en el auto hacia mi hogar. A mitad del trayecto suena mi te celular, como no me gusta atender mientras manejo me detuve en el medio de la avenida para atender, por supuesto que tomé mis recaudos, puse las balizas.- Aca el detective Grr, quien del otro lado?
-De este lado Albert, el mayordomo del Sr. Audi, le quería informar que el Sr. sufrió un accidente y está internado en la Clínica de los Arcos de Futbol, sexto piso habitación 3567894
-Ok, me repite el piso por favor que hay muchos ruidos de bocina y no le escuché bien
-Como no, tres pisos mas que el tercero o cuatro pisos mas abajo que el decimo
-Ok, muchas gracias, en un rato voy a visitarlo.
-Detective, una cosa mas y muy importante, no se olvide de devolverme el paraguas.
Saqué las balizas y arranqué, ahí las bocinas cesaron, lo que no cesaron fueron los saludos para mi madre de cada auto que me pasaba por al lado. Dejé en casa al Sr. Pepe y le dí instrucciones precisas para que buscara datos sobre el chino-español Chin Chon Chan Cho López . La respuesta del Sr. Pepe fue un Grr, Grr, Grr, se nota que le encanta pronunciar mi nombre.
-Llegué al sanatorio de los Aros de básquet, ahí pegué la vuelta ya que me equivoqué de deporte y me fui al de los Arcos de Futbol. Al llegar me encuentro que el ascensor no funcionaba, entonces por escalera me fui hasta el décimo piso y baje cuatro, prefiero hacerlo de esa manera ya que termino mas descansado bajando cuatro pisos que subiendo tres y luego otros tres. Busqué la habitación, me acordaba perfectamente del número pues era uno mas que el 3567895. Abrí la puerta e ingresé. –Buenas tardes le dije a la Sra. Audi que se encontraba sentada en una silla al lado de su marido. Hizo un gesto con la cabeza hacia abajo como asintiendo mi saludo. El Sr. Audi se encontraba acostado en la cama pero no de la forma que debería estar, tenía las dos piernas enyesadas apoyadas en la almohada y la cabeza donde deberían estar los pies sostenida por un aparejo de sogas. Me acerqué y le pregunté -Sr. Audi, que le ha sucedido?
Con vos trémula me contesta EVITCETED RRG, SAICARG ROP RINEV
Al principio pensé que le seguía la borrachera, pero enseguida me di cuenta cual era el problema. El Sr. Audi estaba puesto al revés, lo ayudé para que se diera vuelta, se pusiera al derecho y apoyara la cabeza en la almohada y colgara las piernas en el aparejo.
-DETECTIVE GRR, GRACIAS POR VENIR.
-Por favor, de nada, cuénteme que le ha pasado
- Bueno, anoche después que se retiró tuve otro encuentro con animales
-Y eso donde fue, en el jardín, en la cocina, en su cuarto?
-En mi cuarto, prendí la tv y estaba puesto el canal de animal planet. Después me fui a dormir y eso de las 3 de la mañana me desperté ya que tenía sed, destape mi botella de whisky que la tenía en mi mesita de luz, puse una medida en el vaso y me tomé de un saque el resto del contenido que quedaba en la botella. Enseguida me dieron muchas ganas de ir al baño, tardé como media hora en llegar ya que no encontraba la puerta y al regresar del mismo, la veo ahí (me hizo un gesto con la mano apuntando al piso) tirada
-¿A su esposa?
-No, mi esposa dormía como una marmota en su período de hibernación. Lo que estaba tirado era una cáscara de banana, asique al llegar trate de esquivarla pero la vista y las piernas me jugaron una mala pasada, la pisé, resbalé y le pegué de lleno a la mesa de luz y me quebré una pierna.
-¿Y la otra?
-Cuando intenté levantarme para salvar el vaso de whisky que se caía de la mesa de luz la volví a pisar. Pero lo bueno fue que quede tirado sin poder moverme con el piso lleno de whisky asique me acomode con la cabeza y con la lengua lamí ese néctar tan preciado.
-Sr. Audi, me parece que Ud. con el whisky no tiene cura, por lo menos su estadía aquí hará que no tome por un rato.
-No lo crea detective, hice poner en la bolsita de suero un whisky escocés
-Y además de la cascara ¿no vio otra cosa sospechosa?
-Sí, me llamó la atención el mono que colgaba de la lámpara pero como no era un animal salvaje no le di importancia.
-Bueno, Sr. Audi, esto está tomando un color cada vez mas oscuro.
-Mientras siga teniendo el color cobre del whisky no hay problema.
-Sr. Audi, estoy trabajando intensamente sobre el chino-español, asique pronto le voy a tener novedades, le pediría que cualquier otra situación anómala que le suceda me la comente de forma urgente. Dicho esto saludé a ambos y me retire velozmente para ver que había encontrado el Sr. Pepe sobre el chino- español López. Llegué a mi hogar, el Sr. Pepe me esperaba con varias hojas impresas en la boca, me costó un poca sacárselas. –Buen trabajo Sr. Pepe, veamos que información obtuvo del chino-español, me puse los anteojos y comencé a leer. Aja, asique el chino-español es un millonario gastronómico, posee un zoológico en el barrio de Apilar, es amante del golf y tiene su oficina en el último piso de la torre La Parca de Puerto Tablón, entonces mañana mismo iremos a hacerle una visita. Si me permite Sr. Pepe yo me retiro a dormir, nos vemos mañana, le choque los 5 y me retiré al cuarto de huéspedes, el mío se lo dejé al Sr. Pepe.
Al día siguiente desperté al Sr. Pepe, en seguida pronunció varias veces mi nombre Grr, Grr, Grr y me mostró sus colmillos blancos, acto seguido levantó la pata trasera e hizo un pichin encima de la colcha.
-Sr. Pepe preparese que vamos a ir disfrazados, creo que un buen disfraz es el del periodista ciego y su mascota, pero esta vez yo hare de periodista, seré el Sr. Lazaro, me pondré estos antejos negros y Ud. será la Sra. Josefa asique tendrá que afeitarse el bigote.
Subimos al auto, cerré todas las ventanillas ya que al Sr. Pepe no le gusta el viento en la cara y nos dirigimos a la torre La Parca. Llegamos y estacioné en el estacionamiento reservado para discapacitados. Bajamos, le até la correa al Sr. Pepe y me fue llevando caminando lentamente hasta la puerta de entrada, para disimular mi estado de no vidente. Llegamos al mostrador y nos atiende la recepcionista.
-Buen día caballero ¿que desea?
-Quisiera ver el S. Chio Chon Chan Cho Lopez.
-¿De parte de quien?
-De parte mia
-Y ud. quien es?
-Lazaro Mia, periodista del American Europe Jornale y quisiera hacerle una entrevista para nuestra revista mensual.
-Ok, Sr. Mia, aguarde que veo si lo puede atender, tome asiento por favor.
A los 5 minutos nos llama la recepcionista.
-Sr. Mia, adelante, el Sr. Lopez lo espera en su oficina del piso 38, pero lamentablemente tendrá que ir por escalera porque no se permite subir con perros
-Pero Srta. no es perro es perra
-Ah, en ese caso puede hacerlo.
Bajamos del ascensor e ingresamos al piso del Sr. Lopez, el Sr. Pepe me fue acercando y le extendí la mano al Sr. Lopez que estaba vestido con bermudas hawaianas, una musculosa de color amarilla y en la mano izquierda portaba un palo de golf.

-Buen día Sr. Lopez soy el detec………suerte que el Sr. Pepe me hizo pis en el pie y me acordé que estaba disfrazado, soy el periodista Lazaro Mia del American Europe Jornale, se que es una persona ocupada pero trataremos de sacarle la mayor informa….digo el menor tiempo posible.
Con entonación española me dijo -Pues, no se preocupe hombre, solo trabajo cuando voy de tapas asique tenemos tiempo y si me permite antes hare un tiro de golf. En la otra punta del piso tengo construido un green asique hare un tiro de salida. El Sr. Lopez le pego a la pelotita después de 10 intentos, ante cada zumbido del palo cortando el aire que escuchaba lo aplaudía para seguir disimulando mi estado.
-Coños, no era un tiro fácil pero lo he logrado.
-Excelente Sr. López, si le parece comenzamos con la entrevista, Sra. Josefa encienda la grabadora, por favor. Uds. es un empresario muy exitoso, como fueron sus inicios?
-Puess bueno, mi padre se dedicaba a la gastronomía.
-¿Tenía un restaurante?
-No, vendía panchos en la playa en el verano, el resto del año descansaba, mi madre atendía una tintorería, falleció joven por las quemaduras que lo provoco la máquina de planchar cuando intentó plancharse el vestido que tenía puesto sin sacárselo. Cuando mi padre fallece heredé el panchero, pero yo quería disfrutar del verano y de las olas ya que me gustaba surfear con una tabla de planchar asique me tomaba vacaciones en verano y el resto del año me dedicaba a vender panchos en la playa, lamentablemente el negocio no funcionó y antes de fundirme vendí el panchero, pero como soy muy hábil para los negocios y con los pocos ahorros que tenía puse una pista de patinaje de hielo, canchas de padle y por último un video club. En todos me fundí, hasta que realmente pegué el salto.
-¿Puso un restaurante e inició su negocio?
-No, fui el único ganador del quini 6 que repartía un pozo millonario y me compré un zoológico y una cadena de restaurantes.
-¿Y tiene alguna otra inversión en mente?
-Pues bueno, me encantaría en el rubro marítimo, soy un fanático del mar y de los barcos.
-¿Y ya tiene vista alguna empresa?
-Sí, estoy detrás de una, pero el dueño es muy cabeza dura y no quiere vendérmela, pero me quedaré con esa empresa, soy una persona que cuando quiero algo lo consigo de la manera que sea.
El celular del Sr. Lopez comenzó a sonar. Contestó con vos baja y dándose vuelta -Alo………….aja……………………..mañana por la noche…………………mmmmmmm, perfecto, es un excelente plan, al fin será nuestra……………………y también me va a llegar un mensaje para evitar sospechas…………perfecto………..perfecto…….ok, bay
-¿Una llamada importante?
-No, equivocado.
-Sr. Lopez, no queremos molestarlo mas, le pediría si me puede dar su celular para avisarle cuando sale la entrevista.
-Como no, extienda la mano
-No le pedía el aparato, solo el número.
-Ok, se lo anotaré en este papel 011011011 con 15 al final.
-Muchas gracias
Nos retiramos con el Sr. Pepe y llegamos al vehículo, arrancamos y a los pocos minutos suena mi celular, para evitar detenerme y escuchar nuevamente los bocinazos puse al Sr. Pepe entre mis rodillas para que agarrara el volante y manejara mientras yo atendía el llamado.
-Detective Grr al habla ¿Quién del otro lado?
-Detective, habla el Sr. Audi, ya estoy en mi casa y quería informarle de una conversación que escuche mientras me dirigía al baño gateando ya que no puedo caminar, decían que mañana por la noche va a pasar algo muy importante.
-¿Mañana por la noche? El chino López mencionó algo de mañana por la noche durante su conversación telefónica, ¿pudo ver quién hablaba?
-No, pero me di cuenta de algo.
-Cuenteme, ¿de que se dio cuenta?
-Que tengo que gatear mas rápido ya que me hice pis.
-Bueno, menos mal que fue lo primero, para la próxima salga con mas tiempo o use pañales. Y, dígame, quien mas vive con Ud. además de su esposa la sordomuda y del mayordomo Albert?
-También está Albert el cocinero, Albert el chofer, Albert el jardinero y Albert el mucamo
-Que casualidad que todos se llamen Albert
-Sí, en realidad yo les digo Albert porque no me acuerdo el nombre de ninguno, lo que si me acuerdo es del nombre del whisky que me voy a tomar ahora un Johnnie Walker Black Label añejado hace 12 años, néctar para mi boca detective y ya mismo le voy a decir a Albert que me lo suba de la bodega.
-Ok, Sr Audi, saboréelo y disfrútelo, y de paso le comento que esta noche voy a ir a su casa a investigar a los Albert. ¿Me podrá dejar una ventana abierta para poder ingresar?
-Le dejaré una ventana abierta pero no la bodega por las dudas que se tiente.
A las 2 de la mañana llegamos al portón de entrada de la casa del Sr. Audi, trepé ágilmente la reja para pasar, el Sr. Pepe paso entre los barrotes. Me paré frente a la casa buscando una ventana abierta, no había ninguna, estaban todas cerradas, pero al levantar la cabeza veo que la del tercer piso estaba abierta de par en par, por suerte daba al viejo roble y no al árbol de moras infectado de palomas defecadoras, asique lentamente comencé a subir con el Sr. Pepe agarrado fuertemente de mis hombros. El árbol estaba muy tupido e hice mas ruido de lo pensado y de una ventana se enciende la luz y se escucha: ¿Quien anda ahí? Miau, miau contestó enseguida el Sr. Pepe, fue una imitación tan perfecta que la luz se apagó. Entramos sigilosamente por la ventana y nos dirigimos por un pasillo hacia la primera puerta, era el cuarto de uno de los Albert que dormía como un bebe, con pañal y chupete, tenía el celular en la mesita de luz, lo agarré, le saqué el chip y se lo pasé al Sr. Pepe para que descargue y copie el contenido en el iphone. El cuarto siguiente era de otro de los Albert, también dormía profundamente con camisón y gorro de lana, tenía el celular tirado en el piso, lo tomé e hice lo mismo que con el anterior. Así hicimos con todos los Albert. Ya teníamos información suficiente, era hora de salir y analizar todo lo anotado. Por suerte salimos rápido y sin complicaciones ya que la puerta de entrada se encontraba sin llave. Al llegar a casa me puse a mirar todo el contenido de lo que habíamos copiado, ningún llamado al número del Sr. López, solo un mensaje de texto que decía: mañana por la noche fiesta muy importante en lo del Sr. Audi, concurrir disfrazado. Teníamos una pista, el mensaje era de unos de los Albert, pero ¿de cúal? Tenía que informarle de inmediato al Sr. Audi, pero visto la hora y que seguro estaba durmiendo beodo esperé hasta que amaneciera y lo llamé. –Sr. Audi, buen día, tengo novedades. –Excelente, cuenteme, detective.
-En primer lugar ¿hoy por la noche va a ver una fiesta de disfraces en su casa?
-Que bueno, ¿y estoy invitado?
-Por supuesto Sr. Audi, si es su casa, como no va a estar invitado
-Excelente, tengo un disfraz de Winni the Pooh que me queda bárbaro.
-Bueno, me alegro por Ud. pero va a tener que tener cuidado ya que también esta invitado el chino López. Voy a concurrir con mi compañero disfrazados y trataremos de desenmascarar al Sr. Lopez y a su cómplice, uno de los Albert. –¿Uno de mis Albert es cómplice del chino López? y sabe cuál de todos es el traidor, desleal, infiel, indigno, conspirador y crápula? – Guau, lo felicito, no sabía que podía dedicarle tantos atributos juntos. – Y podría haber seguido pero se me secó la garganta y necesito refrescarla, deme un minuto. Después de 20 min el Sr Audi retomo la conversación . Patinándole las palabras me dijo, –Perdón, pero la tenía tan seca que me tuve que tomar tres botellas de whisky- Entonces ¿quien es el traidor? Todavía no lo sabemos pero hoy a la noche lo desenmascaremos, nos vemos a la noche, descanse y tomese un baño de agua bien fría para estar lúcido, adiós.
Después de un día agitado sin hacer nada más que descansar y comer llegó la noche y nos pusimos nuestros disfraces de Batman y Robin para ir a la casa de Sr. Audi. Estacioné lejos del árbol de moras y entramos a la casa. En seguida ubiqué al Sr. Audi disfrazado de Winni the Pooh bailando en una silla de ruedas ya que no podía caminar con una botella de whisky en la mano, también ubiqué al chino López ya que estaba disfrazado de pequeño saltamontes o Kun Fu. Con cautela me fui acercando al Sr Audi cantando en tono bajo: bara-bara-bara-bara ……….Batman, me agaché y al oído le dije: junte a todos Albert y a su Sra. en la cocina que los voy a estar esperando allí. –Como no, los pedidos de Batman son una orden.
Cuando llegaron todos comencé mi alocución, era tiempo de lucirme.
-Buenas noches, me voy a presentar, soy……
-Batman, contestó uno de los Albert, no hace falta que se presente, todos lo conocemos.
-Lamento desilusionarlo, soy el detective Grr.
-Detective, dijo otro de los Albert, no revele su identidad, no queremos saber quien es en realidad.
-Es que no soy Batman, soy el detective Rodriguez.
-Exacto, dijo Albert el mayordomo, yo lo conozco, y ya que está le pregunto……. me trajo el paraguas?
-Todavía no, lo voy a traer cuando llueva, estoy aca por algo muy importante, ¿Quién de Uds. tiene un celular que termina en 4545?
-El mío, dijo Albert, el mayordomo.
-Entonces Ud. es el cómplice del chino López, Ud. es el culpable, Ud le mando el mensaje para que venga a la fiesta, confiese.
-Sí, confieso, yo le mandé el mensaje, encontré una nota en la cocina que decía enviarle un mensaje al Sr López para que concurra a la fiesta.
-Ajá, y que mas tiene para confesar, le pregunté con vos firme y acercándome tan cerca de su cara que hasta podía sentir el olor a su pasta dental (era una táctica aprendida en el manual de detectives, intimidar al sospechoso).
-Detective, confieso, pero corra su boca que tiene olor a comida de perro, el paraguas que le presté no es mío es de Albert el cocinero.
-Entonces……..Ud. Albert el cocinero, Ud. es el cómplice, Ud. es el culpable, vamos confiese.
-Confieso detective, no uso muzzarela en la pizza, la hago con queso mantecoso y el paraguas tampoco es mío, es de Albert el jardinero que lo usa para no mojarse cuando sale a regar las plantas los días de lluvia.
-Entonces……..Ud. Albert jardinero, confiese, Ud. es el cómplice.
Con vos alargada, suave y afeminada dijo, bueno, sí, confieso, las rozas las corte para mi novio, no porque estuvieran infectadas y el paraguas me lo presto Albert el chofer
-Entonces ……..Ud. Albert chofer, confiese.
-Ok, confieso, la semana pasada no le hice el cambio de aceite a la limusine y el paraguas es de la Sra. Audi que lo utiliza cuando la llevo en el convertible y llueve.
Me acerqué al último Albert mucamo –Queda solamente Ud. asique hable y subiendo el tono de vos le dije –Y no me diga nada del paraguas porque ya sabemos de quién es, vamos confiese.
-Confieso, a las alfombras no le paso la aspiradora sino que simplemente las barro.
-Mmmmmmm, todos son inocentes, pero yo sé que acá está el cómplice del chino Lopez, entonces………….., entonces………….., Ud. Sra. Audi……………………………….
-Siiiiiiiiiii, confieso, yo soy el cómplice, no se como lo hizo detective, pero lo descubrió todo, confieso, yo y el chino López queremos eliminar a mi marido.
El Sr. Audi, se bajó de la silla de ruedas, se sacó la cabeza de winni the-pooh y se puso de rodillas en el piso con las manos por delante como si fuera a rezar. –Querida, no lo puedo creer, realmente es increíble, es un milagro………..podes hablar.
-Claro que puedo hablar, pero te lo oculté siempre. Te voy a confesar la verdad, me enamoré del Sr Lopez cuando lo conocí en pleno invierno en un playa desierta vendiendo panchos, pero mis padres no me dejaron casar con él porque no tenía plata y querían que me casara con un millonario, por eso me casé con vos hasta que mi amado se hizo de una fortuna y ahora quería darle el gusto de tener su empresa de barquitos, pero como no aceptaste vendérsela, no nos quedaba otra que matarte para que yo heredara todo. Teníamos el plan perfecto, te ibas a emborrachar con whisky como todos los días y yo te iba a empujar disimuladamente por la escalera con la silla de ruedas, nadie iba a sospechar de mí e iban a pensar que fue un accidente por tu estado de embriaguez, pero todo se hecho a perder por Ud. detective, pero no podrán probarme nada, jajajaja (comenzó a reír como si fuera la última vez que riera en su vida) negaré absolutamente todo lo confesado y volveré a ser la pobre sordomuda esposa del Sr. Audi.
-Lamento desilusionarla Sr. Audi, pero además de todos estos testigos, tengo todo grabado, Robin, digo Sr. Pepe, muéstreles. El Sr, Pepe se sacó su disfraz y mostró la grabadora. Que dos Albert la detengan, otro Albert que vaya a llamar a la policía y los otros dos Albert acompáñenme que vamos a detener al Sr. López y Ud. Sr. Audi……..tomese un vasito de whisky o mejor tomese varias botellas juntas para olvidar este momento. Llegamos al salón y vimos que el Sr. López estaba en el medio de una ronda demostrándole al resto de los invitados movimientos del Kun Fu, con mi disfraz de Batman pasé entre la gente y me pare adelante del chino López interrumpiéndole sus movimientos. –Sr. López queda detenido por intento de homicidio. Enseguida se escuchó un uhhhhhhhh de los invitados y al rato un: pelea, pelea, pelea. Era momento de aplicar lo aprendido en el manual de defensa personal. A los 15 minutos llegó la policía y detuvo al chino López, por suerte para él ya que de esa forma dejó de sangrarle la mano por todos los golpes que había dado contra mi rostro. La policía se llevo a ambos y el Sr. Audi se me acercó y con vos temblorosa y alargada me dijo: detective, no tengo palabras para agradecer lo que hizo por mí ……………………….Y se quedó completamente en silencio. –Siga Sr. Audi, me gusta que me halaguen. –Ya terminé, no le dije que no tengo palabras y por este trabajo le pediría que pase mañana a cobrar …… dinero, por supuesto, porque de lo otro cobro bastante y también le voy a regalar una botella de mi mejor whisky para que se lo pase en las heridas que le va a ser mejor que el alcohol.
Con el Sr. Pepe nos despedimos de todos los Albert y del Sr. Audi y me dirigí a casa de mi madre para dejar al Sr. Pepe no sin antes pasar por la rotisería y comprarle una milanesa napolitana con papas fritas. Mientras regresaba a mi casa me puse a pensar, si supiera la Sra. Audi que nunca sospeche de ella y que simplemente quería preguntarle que opinaba ya que me había olvidado que era sordomuda y si supiera que la grabadora que tenía encima el Sr. Pepe se había quedado sin batería, pero en fin por suerte para el Sr Audi y para mí, caso resuelto. Fin
By Pato