Las rupturas generadas colectivamente. El fuego se aviva, los corazones son como grandes calderas encendidas por ideologías. Un fuerte sentido de lucha. Una sensación que nos inquieta los tobillos...
¿De donde viene? ¿Por qué para algunos es irremediablemente incontrolable?
Forma parte de la constitución de su Ser, cualquier intento de sofocación genera eso mismo; la muerte, la asfixia, el vivir no viviendo, adormecido. Lo queremos porque lo sentimos, y lo sentimos desde lo mas profundo de nuestras entrañas; y eso nos motiva a salir a la calle. Pero la concreción de los hechos surge cuando en conexión con otros. Cuando las calderas se van sumando, conociendo, hasta llegar a transformarse, no ya en una Maquina, sino en un inmenso Volcan. Una entidad viviente, totalmente impredecible para los de afuera; pero firme y concreta por dentro. Un gran corazón de fuego y magma que prepara constantemente el momento de erupcionar. Haciendo, midiendo, errando, aprendiendo; lanzando humo y cenizas por las calles avisando que están activos, despiertos... listos para Reaccionar.