A NICARAGUA, LA TIERRA Como joya prohibida y de difícil acceso te escondes en la cintura de esta América herida y al verte supe, que tu gran belleza aun duerme. Eres tierra paraíso hembra silvestre indomable, rebelde. musa de Darío Sedienta de amor has rechazado aguas de color extraño porque solo se apaga el fuego de tus entrañas con el néctar de tus lagos Indócil por siempre podrán manchar de sangre tu vestido más no tu piel, porque no eres presa en la mesa de dioses gastados. Sigue quemando con el fuego eterno de tus volcanes los pies y las almas de los que no te merecen.
Texto agregado el 14-04-2015, y leído por 136 visitantes. (1 voto)