WLADIMIR ULIANOV

Lo adopté en la feria, tenía apenas un mes y medio, chiquito hermoso y como fue adoptado le puse un nombre con carácter para que no se sintiera menos que un hijo biológico.
Fue creciendo se hizo grande, dejó de comerse las plantas, un perro plebeyo pero hermoso, cariñoso, juguetón.
Vivíamos felices juntos, a veces se arrancaba, pero volvía.
Hoy hace 8 jornadas que no está, lo busqué pero no lo encontré
Es color café claro, pelo largo, un collar de metal al cuello, si lo vez, tráelo al número siete, calle melancolía cuando vuelva, nos mudaremos al barrio de la alegría.