Despiértame calladamente y con lluvias de sonrisas,
con brisas profundas y mansas, aromadas de rocíos.
Madrúgame en mañanas donde gobierne la libertad,
quítame la niebla de lo nocturno, con tu mano insolente
sobre mis ojos entreabiertos, y déjame ver la alborada
con la inocencia de golondrinas acortando distancias.
Espera el minuto en que los sueños huyan en retirada
y que tus labios pronuncien un azucarado “buen día”.
Luego, desayunemos juntos el resto de nuestra vida.
Texto agregado el 13-04-2015, y leído por 232
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Lectores Opinan
15-04-2015
¡Qué maravilla! Leer esto emociona de cabo a rabo, sin que quede el alma afuera, de tanta emoción que provoca. ¡Bellísimo! -preciosa-
13-04-2015
"Madrúgame en mañanas donde gobierne la libertad..." Notable. SOFIAMA
13-04-2015
Ciertamente hermoso. Mis felicitaciones.
Un abrazo azucarado. delaida