Heriste mis alas
cuando apenas el aire tibio
me elevaba hacia las nubes,
hacia el azulado cielo.
Estoy herida, pero no de muerte
pronto cerraran las cicatrices
y retomaré el vuelo.
Surcaré entonces ese cielo
y esas nubes que hoy me son negadas,
y conocerás de mi fortaleza
renaceré como ave fénix.
Fuerte, poderosa...