Tenía todo tan claro… claro como el agua del río, pensé que ya no querías verme y así lo asumí. Tomé conciencia de que estabas con él, tú tan embelesada y ese pobre idiota tan disperso. Yo lo asumí, me mantuve frío porque me había dado cuenta que la guerra estaba perdida.
Bastó un mensaje de whatsapp que me mandaras para convertir ese frío en calidez, porque había olvidado de que eras capaz de hacer cosas imposibles en mí… porque aunque no lo quiera asumir, tú sacabas, y sigues sacando lo mejor de mí.
Lo peor es que no puedo decirte todo porque ese idiota del que estás interesada es mi amigo. Sí, es feo que le diga idiota pero hay que saber separar amistad de objetividad. Como amigo eres genial, en las relaciones amorosas eres un tarado. ¿Por qué todo tuvo que ser así? ¿Por qué te fijaste en él? Si yo soy el que en verdad está preocupado por ti, yo soy el que piensa en cómo estás, yo soy el que reviso tu estado en whatsapp para ver cómo estás, y ni sabes cómo mi corazón palpita cuando te veo en línea, no sabes cómo aumenta mi adrenalina cuando tengo un mensaje tuyo. Te quiero, y te quiero de verdad… me tienes confundido e indeciso, me siento como un niño perdido, incapaz… debo asumir, asumir, que pese a todo yo aún no te olvido. |