“El hombre en su esencia no debe ser esclavo, ni de sí mismo, ni de los otros, sino un amante. Su único fin está en el amor.”
Rabindranath Tagore


Se ha serenado el sentir inmutable,
sólo existen delirios latentes
y conscientes, yacen los deseos,
de lo inútil de ser evidentes.
Corazón palpitando con prisa
se avergüenza de tanta pasión,
y escondiendo la cara insaciable…
se detiene ante tonta obsesión.
La mirada perdida en lo iluso,
inconcluso el mensaje de voz,
los latidos vehementes de entonces
ahora son el tic tac de un reloj.
¡Oye… escucha, no puedo rendirme!
ya la vida se olvida de mí…
no desprecies lo tan anhelado
después de esto ¿qué puede venir?
No interesa que piense tu juicio
dale chance a tu sangre que clama,
no permitas que niegue tu boca
lo que veo en tus ojos en llamas.