Las espaldas son duras de digerir
que estará pensando
cómo va a reaccionar
los hombros de ella están vencidos
se acabó todo
no alcanzo a verle el rostro
en el ventanal, una sombre contra
las luces infinitas de los edificios
que hago, cómo vuelvo esa espalda
para decirle que la amo
asiéndola suavemente quizá
pero temo, hay también bronca
o me manda a la mierda
o me mira en silencio y se va
están muy cerca su cartera y su tapado
bajo la cabeza, que hacemos le digo
no contesta nada
-Pido una pizza entonces?
Tampoco contesta nada
-Hola, una muzza con anchoas por favor...