DIVINA SUERTE.



Quiso la buena fortuna entregarme
Todo lo más hermoso en un paquete;
Tendría que ser soberbio zoquete,
Para no cantar,ni congratularme.


Esa bella mujer llegó a mi vida,
Sin esperarla golpeó a mi puerta;
Mi alma estaba marchita,casi yerta,
Huérfana de afecto y adolorida.


Prendado quedé de esos ojos claros;
Rebelde cabello rojo encendido,
Cual brillante arrebol allí prendido;
Y ese rostro clásico,único y raro.


Los ojos,en íntima comunión,
Quedaron hechizados al instante;
Y un impulso tenaz y demandante
Nos atrapó,sin más explicación.


Divino albur ¿Cómo puedo pagar,
El don de la dicha y felicidad,
Que llegó hasta mi con tu claridad,
Dando luz y calor al dulce hogar.