El náufrago dominó el temor a la soledad en que vivía cuando encontró compañía humana. Domeñó a la salvaje naturaleza circundante; sometió a su libido con abstinencia obcecada y logró vencer la nostalgia por su patria tan lejana. Pero aquel náufrago no logró reprimir el sentimiento de solidaridad cuando su acompañante fue capturado por los caníbales.
Extraviado el sentido del tiempo, valeroso acudió en su búsqueda, desde la espesura presenció aterrado aquella danza pagana en derredor de un cuerpo inerte que era devorado por los aborígenes; tampoco logró vencer el llanto lastimero cuando se preguntaba en silencio: ¿Acaso es viernes?
Texto agregado el 06-04-2015, y leído por 456
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Lectores Opinan
05-05-2015
Un micro-relato que engancha al lector, que se hace miles de preguntas... luna-tatuada
08-04-2015
Excelente texto que me deja llena de signos de interrogación y eso,me encanta*****
Un abrazo
Victoria 6236013
08-04-2015
Robinson Crusoe rescatando a su compañero Viernes de los caníbales riosdevino