FALSOS ROMANTICISMOS HISTORICOS DE UN PARIS DECIMONICO ANTE LA BOHEMIA MANCHEGA DE CRISTOSOMO, MARCELA Y DEMAS AMIGUETES CABREROS SUYOS DE PURISIMA CEPA Y CERVANTINOS

En cuanto a imposiciones artísticas-de las buenas y verídicas a lo Woody Allen o Pedro Almodóvar, por ejemplo-huevos hay que tener en verdad y pelos en el pecho (varonil, claro) que non en la lengua-pues esto de doblegar al espectro pitufo y enano del hombre solo físio, solo corporal y pillado siempre en su espíritu ante sus propios miedos y bajezas de una totémica postración ante en realidad solo todo aquello que por sus sentidos físicos puede abrazar-es un empeño en verdad titánico.

Porque a igual que el trabazón literario y central de occidente y antropológico que son los textos del antiguo y así llamado también nuevo testamentos-el truco de todo dispositivo literario ideal y ficcionalizada es que el sujeto lector (oyente) psicólogico se conforme en lo más profundo del físio-yo con simplemente lo que hay,

Esto que significa Mundt o Debbie para mí y que viene a constituirse en el ser humano como mula, azno y bestia de carga-esto que hay en todos nosotros que mejor lo pasa cuando se le cargue con casi cualquier básicamente físico quehacer y vital,

Siempre que no tenga que esforzarse seriamente en entender nada por sí mismo y por el sudor físio-racional y cognitivo de su propia frente (¡Por dios!)

Pero esto en verdad no lo inventó el Ratón Mickey, y tampoco es de recibo postular siempre que el Romanticismo literario-artístico histórico sea producto ante todo de un cierto rebajamiento socio-cultural y psicológico del ser humano en tiempos ya de las revoluciones industriales y post-ilustrados que surgiera-dicen repentinamente-en aquellos tiempos como extensión cada vez más popular de actitudes más o menos racionalistas, supuestamente empíricas las mas de las veces y lógicas (de ahí el advenimiento finalmente histórico de la literatura y ficciones detectivescas a lo Sherlock Holmes y Edgar Allen Poe, entre muchos, muchos otros)

Como que la existencia de una cierta tendencia artística-vital e intelectual (o no tanto sino popular) son siempre reacciones ya hoy en dia conceptualizadas como sistémicas y determinadas por lo procedente histórico anterior-como reacción violentísima en al fondo (¡siempre!) y opositora de las mismas…

Hasta tal punto y en cierto sentido romántico deviene palabra y concepto de fácil aplicación a todo aquello que para un determinado grupo y población humana histórica es simplemente el ahora-su ahora físio-inmediato y respecto del cual una buena parte de estas personas (o todas en algún grado menor) no están nada, pero que nada conformes, así sin más.

Y lo romántico e ideal una vez más como reacción, réplica provocada no es en rigor respecto de una determinada tendencia social, cultural o literaria concreta y temporal, sino forzosamente en contra de lo físio-inmediato actual en sí-de su físio-actualidad, fisiológica y corporal como experiencia vital y constrictora de la que el individual irrevocablemente esta sujeto-dependiente-de alguna forma u otra y en un grado y medida que otro-y solo a partir de la cual su propia individualidad pueda en rigor comprenderse,

Así, siempre como una nueva físio-germinación humana del ahora real e inmisericorde-siempre-para el individuo que es simplemente el así llamado mundo real en su delimitación asimismo real que es sobre todo y triunfalmente,

Simplemente la limitación humana física (durísima de hecho y en su frío emperio y señorío siempre sobre todo lo humano y como lo humano en sí, finalmente).

Pero, ¿Quién hay o habido nunca que está o estuviera alguna vez conforme en todo y sin protestar, con lo inmediato y solo lo que hay, corporal y solo atrozmente físico, y espacial?

Y el truco desde siempre-la gran brochada certera y magistral de los físio-expertos, entrenadores personales y como life coach-de siempre-es que acabes creyendo y sirviéndote como anhelo del deseo y tensión por tu parte de algo más que es una forma enrevesada y hábil de granjear en lo más profundo del animo y violencia biológica humana la conformidad con lo inmediato, finalmente.

(Porque si no, perdemos hasta la posibilidad misma de la convivencia, la cultura y, al fin, la mismísima civilización de cualquier clase colectiva y basado en ultima instancia sine qua non sobre la agricultura-de no poder contar con un grado mínimo de conformidad por parte del individuo)

Y así es que un servicio ha hecho lo romántico y sus magos y tejedores-bardos, discípulos, profetas y escritores, pintores y músicos-incluso científicos,

Siempre como forma de hacer más tolerable para los seres humanos el verdadero padecimiento que es sufrir la existencia física animal y mamífera, siendo racional, consciente y portador de un sentido del yo:

Un problema que es parecido y análogo en verdad con una forma de tortura permanente desde el punto de vista físio-racional del sujeto, individual humano que solo por medio de un estado de tensión subyacente puede resolverse antropológicamente y dentro de la necesaria estabilidad como inmovilización de ésta en todo los espacios colectivos humanos y en todos los tiempos históricos.

¿Una horda de pastores poetas, manchegos y cervantinos; o unos dandi franceses del Paris de Baudelaire and friends de mediados y finales del siglo 19, a lo Oscar Wild también y al mismo tiempo (o poco después)?

Romanticismo en este sentido ni siquiera lo inventó Cervantes con El Quijote (verdadero manual de supervivencia psicológica, muy señores míos) pues el Romanticismo en este sentido es la semiótica de Moises, de la figura de un Cristo,

Es Icaro.

Porque lo romántico no es literario sino físio-biológico en el corazón del ser humano ante sus circunstancias ruin, insípida y físicamente limitados-como piedra angular y solera arquitectónica después de las estructuras humanas, antropológicas que son finalmente su matrix vital e histórica de dependencia como calor-como la extensión mísma de sus propia universo-madre y jardín, aquí en el planeta Tierra.

Pero los matrix son una puta mierda-o lo es tu conciencia de su muy real, verosímil existencia, ahora…

¿A que sí?